Crítica situación de cooperativas mineras

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La actividad minera de las cooperativas no ha encontrado una solución legal que formalice su trabajo, sin embargo, se trata de un sector que genera ciertos ingresos en las cuentas del Estado y de las gobernaciones. En el caso de estas empresas "asociativas", varias en el sector occidental operan cumpliendo parte de las normas que fueron aprobadas después de un lamentable hecho en que se lamentó la muerte de un viceministro. Entonces el Gobierno trató de regular la actividad de las cooperativas, pero no se logró el objetivo plenamente.

El mayor problema de los cooperativistas mineros se presenta en zonas del norte paceño, donde la explotación del oro ha movido a mucha gente para buscar el dorado metal, bajo circunstancias no precisamente regulares. Grupos de emprendedores mineros han ocupado sectores inclusive ya definidos a favor de otras agrupaciones en las que se incluyen comunaríos que cambian su modo de subsistencia pasando de agricultores a mineros auríferos.

En los hechos se trata de un problema de magnitud que merece soluciones muy concretas para evitar ocupaciones ilegales de concesiones mineras, de avasallar otras y crear condiciones propicias para confrontación de partes que pugnan por espacios para explotar oro.

De acuerdo a datos del Ministerio de Minería, hasta el primer semestre de este año, existían 1.816 cooperativas mineras operando en el país, de las cuales aproximadamente el 85 por ciento lo hace sin licencia ambiental y una mayoría de estas vulnerando derechos laborales, incluyendo hasta menores de edad en sus operaciones, pero también trabajadores asalariados contraviniendo las normas del sistema cooperativizado.

La mayoría de estas organizaciones, más de mil, operan en el departamento de La Paz y su principal explotación es aurífera, con métodos tradicionales de lavado de tierra mineralizada en los ríos, pero algunas cooperativas han formalizado sociedades con inversionistas, sin que tales transacciones sean permitidas, aunque su vigencia, es en el momento actual la mayor demostración de fuerza que ejercen los cooperativistas. El resto de cooperativas funcionan entre Oruro, Potosí y Santa Cruz, pero también confrontando algunas irregularidades porque no se ajusta la funcionalidad cooperativa a las normas del sistema. Hay necesidad de regularizar el asunto pues se trata de un sector productivo mineros que no puede operar al margen de las leyes. Su producción será más importante en la medida que sea absolutamente legal.