Jueves 16 de agosto de 2018
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Para los bolivianos que todavÃa recorremos el camino para contar con una patria estable y con pleno proceso de mejoramiento social y económico el conocer que hoy, en pleno siglo XXI, en esferas internacionales, se dé énfasis a la importancia que tuvo en Latinoamérica la revolución del 9 de abril de 1952 como acontecimiento histórico que abrió paso a grandes transformaciones en la república de Bolivia.
Esa tajante afirmación, significa el reconocimiento intrÃnseco de los pueblos de Sudamérica a la gesta que fue el inicio de hechos memorables traducidos en una estrategia de desarrollo como un paso importante para lograr la justa redistribución de recursos.
En el actual periodo de gobierno que vivimos, a sus componentes les será algo escabroso reconocer y creer que todavÃa, a nivel continental, se haga eco de lo sucedido en las jornadas de abril, porque ellos tienen otra dinámica para visualizar el futuro nacional al estar enmarcados dentro de un contexto de sometimiento dictatorial radical de la jerarquÃa polÃtica encargada de administrar los bienes públicos saliéndose de toda norma que signifique reordenar las finanzas.