Miercoles 15 de agosto de 2018
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Siglo I de nuestra era, la ciudad de Roma, capital del Imperio Romano, sufría las consecuencias del gran incendio que devastó dos terceras partes de su superficie, el emperador de entonces. Nerón, conocidísimo prototipo de tirano y dictador, decide construir sobre las cenizas de Roma, su palacio, un palacio denominado; "La Casa de Oro", es decir "Domus Aúrea", radiando un lujo nunca antes visto, que incluían incrustaciones de oro, piedras preciosas y marfil, y se cuenta que los techos de algunos salones tenían compuertas por donde se arrojaban flores y perfumes durante las fiestas ofrecidas por Nerón, quien exclamando conforme a las palabras del historiador Suetonio la frase: ¡Bien! ¡Ahora por fin puedo empezar a vivir como un ser humano!
Siglo XXI, Estado Plurinacional de Bolivia, con las gravísimas carencias en educación, salud, desarrollo industrial y los escandalosos hechos de corrupción, latrocinios, irrespeto al Estado de Derecho, el presidente comparado por algunos de sus más entusiastas y fervorosos partidarios como un "mesías", un eterno líder, y por sus opositores como un dictador, inaugura la Casa (domus) del "Pueblo", en la práctica de Evo, con una total extravagancia y lujos nunca antes vistos en Bolivia, tal cual como decían algunos de sus allegados para "vivir bien".