¿Qué es el ciber acoso o ciberbullyng?

Es un tipo de acoso que se produce entre menores y en el que se utilizan también en los medios digitales para hacer daño a la víctima, conscientemente y de forma repetida en el tiempo.

Tiene como principal característica el daño intencional, el acoso puede tomar muchas formas, puede existir burlas, humillaciones, insultos, difusión de mentiras y rumores, hacerse pasar por la víctima para ridiculizarle, cerrar sus cuentas con denuncias falsas en las redes sociales, presión a sus compañeros para aislarle, con la intención de dañarle psicológicamente, emocionalmente o socialmente.

Suele ser repetido, el daño se produce habitualmente, pudiendo llegar a ser algo cotidiano y rutinario, no se trata de incidentes aislados.

Siendo muy propio de menores, por parte de un menor o grupo de menores hacia otro menor, pudiendo adoptar un rol de superioridad sobre la víctima. Utilizan los medios digitales como herramienta, los celulares, las redes sociales, fotos, videos, juegos online, correo electrónico, foros y cualquier otra aplicación móvil o servicio de internet.

Para evitar consecuencias fatales corresponde prevenir y pasa por reducir los factores que lo favorecen (víctimas acosadas y testigos), dar herramientas para gestionar los conflictos antes que de que deriven en situaciones más graves y proporcionar mecanismos para pedir ayuda.

Los padres de familia deben dialogar cotidianamente con los menores para conocer de las aplicaciones, redes sociales y juegos que utilizan, quienes son sus amistades online y qué hacen en la red, supervisar su actividad con las herramientas de control parental y comentarlo. Tratemos de preocuparnos, con naturalidad, como hacemos día a día en el centro educativo o en el parque con los amigos.

Crear una relación de confianza con ellos para que en caso de problemas acudan a nosotros, sin llegar a reacciones exageradas, pero también debemos tratar de ser modelos a seguir con nuestro comportamiento online, no podemos exigirles responsabilidad en el uso del celular y redes sociales si no cumplimos nosotros.

Potenciar sus habilidades sociales (autoestima, empatía, autocontrol, resolución de conflictos, asertividad, espíritu crítico) de modo que no lleguen a iniciar el acoso, o en caso de sufrirlo sepan asumirlo y responder adecuadamente. También es fundamental el papel de los testigos, pues ellos pueden reforzar el ciberacoso si comparten, dan me gusta a los mensajes, o simplemente miran para otro lado, pero también pueden detenerlo si no se callan, apoyen a la víctima y alzar la voz contra el agresor, llegando a denunciar ante un adulto responsable o ante las autoridades policiales competentes.