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Domingo 12 de agosto de 2018

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Cultural El Duende

La concepción de historia explicada en el contexto boliviano Bolivia, León E. Bieber y los alemanes

12 ago 2018

Erika J. Rivera

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Primera de dos partes

Al pensar en Bolivia y la historia las primeras preguntas lógicas que nos hacemos son las siguientes:

¿Qué es la historia? ¿Por qué la historia? ¿Para qué la historia? ¿Cómo se ha desarrollado la historia en Bolivia?

Basándome en José Ferrater Mora, el término griego historia nos remite al conocimiento adquirido mediante investigación. El sentido aristotélico señala que la investigación se expresa mediante la narración o descripción de los datos obtenidos en orden cronológico. Francis Bacon concebía la historia como conocimiento de objetos determinados por el espacio y el tiempo.

Entendemos a la historia como la totalidad de los sucesos humanos que ocurrieron en el pasado basada en fuentes documentales. De los distintos campos de investigación, la historia es muy difícil de definir con precisión, porque intentar comprender los hechos y proponer un relato comprensible de estos, implica el uso y la influencia de otras disciplinas. Los hechos históricos pueden ser conocidos porque el historiador es testigo de los propios acontecimientos. Asimismo se puede conocer por fuentes intermedias como ser el testimonio de los testigos contemporáneos de los sucesos; relatos escritos como memorias, cartas, literatura, etc.; archivos de tribunales, asambleas legislativas, instituciones religiosas o mercantiles y la información no escrita que se obtiene de restos materiales de civilizaciones desaparecidas, como por ejemplo los elementos arquitectónicos, artes menores o decorativas, ajuares funerarios, etc.

Los historiadores se han acercado cada vez más a las ciencias sociales como la sociología, la psicología, la antropología y la economía, así como a nuevos métodos y sistemas explicativos. En la actualidad algunos historiadores han vuelto con gran interés a los fundamentos del conocimiento teórico y están reconsiderando las relaciones entre la literatura narrativa y la historia, lo que reabre la posibilidad de que la historia, después de todo, sea una literatura que trabaja sobre materiales eruditos. Por supuesto esto es un debate abierto porque todo está en constante reformulación y existen diversas posiciones como lo veremos más adelante.

Algunos aluden a la "historia" con h minúscula para referirse a la realidad histórica y otros a "Historia" con H mayúscula para referirse a la ciencia histórica o historiografía. Esta convención no resulta suficiente porque encontramos ambigüedad y relación entre ambas.

La historiografía se ocupa de entender qué es un hecho histórico y qué es una explicación histórica, es decir, en primer lugar estudia cómo los historiadores entienden estas expresiones. Asimismo entendemos la historiografía como el registro escrito de lo que se conoce sobre la humanidad y sus sociedades humanas del pasado y la forma en que los historiadores han intentado estudiarlas. Heródoto (siglo V a.C.) es considerado el "padre de la historia" y escribió su famoso relato de las Guerras Médicas. Poco después, Tucídides redactó su obra clásica titulada Historia de la guerra del Peloponeso. Estos primeros historiadores recogieron los sucesos de su época en prosa narrativa, dependiendo de testigos presenciales u otros testimonios fidedignos y asumieron que la mayor expresión humana era la vida política y el Estado. Los historiadores construyen una línea del tiempo que nos conduce desde la Antigüedad a la Edad Media, la Ilustración y la Modernidad en Occidente sin referirnos a otras visiones como la historia oriental (musulmana, judía, china, etc.).

Aquí considero muy importante mencionar la obra e influencia de Leopold von Ranke (siglo XIX), porque la historia alcanzó con él su identidad como disciplina académica independiente, dotada con su propio método crítico y de análisis. Ranke insistió en la objetividad del historiador y la consulta de fuentes contemporáneas para la reconstrucción histórica, también en la crítica de las fuentes y las circunstancias históricas del escritor para evaluar los documentos. Muchos historiadores actuales encuentran las raíces de su disciplina en este desarrollo historiográfico del siglo XIX que tuvo lugar en las universidades alemanas y que influyó en las investigaciones históricas de Europa y Estados Unidos.

Quiero mostrar un ejemplo de esta tendencia con referencia a la historiografía boliviana contemporánea.

León E. Bieber nació en La Paz en 1943. Es de nacionalidad boliviana. Estudió Ciencias Políticas e Historia en la Universidad Libre de Berlín. Obtuvo el doctorado en 1978. Bieber es un experto en la historia boliviana del siglo XX y de las relaciones bilaterales con Alemania. Se caracteriza por la meticulosidad metodológica. Nos presenta trabajos sin juicios de valor. El orden de presentación de sus investigaciones cumple una estricta sistematización basada en la amplitud e investigación de fuentes, sobre todo primarias. Su producción intelectual data desde 1982 hasta el presente. Algunas de sus obras titulan:

"En torno al ideario nacionalista populista latinoamericano. Gestación, elaboración y vigencia de la concepción aprista de Haya de la Torre"; "Perspectivas de éxito y límites de las aspiraciones de democratización en Suramérica a fines de los años 70: El caso de Bolivia 1977-1982"; "Las relaciones económicas de Bolivia con Alemania 1880-1920"; "La República de Weimar. Génesis, desarrollo y fracaso de la primera experiencia republicana alemana"; "Regionalismo y Federalismo. Aspectos históricos y desafíos actuales en México, Alemania y otros países europeos"; "Presencia judía en Bolivia. La ola inmigratoria de 1938-1940"; "Dr. Mauricio Hochschild. Empresario minero, promotor e impulsor de la inmigración judía a Bolivia"; "Aproximaciones y desencuentros. Las relaciones entre Bolivia y Alemania 1880-1946" (este último título en Gente de Blanco, Santa Cruz de la Sierra, 2017).

Asimismo ha publicado en revistas académicas de América Latina, Alemania y Estados Unidos sobre diversos aspectos de la historia boliviana.

El libro de León E. Bieber: "Pugna por influencia y hegemonía. La rivalidad germano-estadounidense en Bolivia. 1936-1946" (Santa Cruz de la Sierra, El País, 2016), es una erudita investigación que nos permite comprender la relevancia geográfica en las relaciones internacionales. Según su presentador Gustavo Fernández Saavedra, vemos el resurgimiento de la geopolítica (pp. 11-18) y también la relación entre las transformaciones internas y los factores externos que las generan o condicionan. El autor vincula los acontecimientos locales con los intereses de las grandes potencias, las fuerzas en conflicto en el plano global y las relaciones con los países vecinos. La actualidad radica en entender las fuerzas internas y externas que se confrontaron en el país en la primera parte del siglo XX, que sembraron la semilla de la Revolución Nacional y que fueron el punto de inflexión histórico que explica la Bolivia de hoy.

El autor señala (p. 19) que este trabajo persigue una doble finalidad. Por un lado, la de dilucidar aspectos cardinales de la pugna entre las dos potencias mundiales en una república suramericana durante una fase de acerbo enfrentamiento entre aquellas. Por el otro, evaluar, a partir del caso explorado, la validez de las divergentes posiciones que en el marco de un debate historiográfico han asumido tradicionalistas, revisionistas y relativistas al ponderar la política exterior de los Estados Unidos respecto de la influencia del Tercer Reich en América Latina.

Continuará

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