Javier Ibáñez-Guzmán, el orureño que sueña llegar a los Yungas en un vehículo autónomo

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Pasar en un vehículo autónomo por la considerada carretera más peligrosa de Bolivia, por las curvas y barrancos que hay que sortear para llegar a los Yungas del departamento de La Paz, es el sueño que Javier Ibáñez-Guzmán y algunos de sus amigos tienen.

"Tenemos un sueño, con unos amigos que les gusta Bolivia, queremos pasar, ir a los Yungas en un vehículo autónomo, seguimos intentando eso, yo creo que vamos a lograr el permiso, todavía son un poco caros, pero vamos a hacer eso", expresa Ibáñez-Guzmán, a tiempo de brindarnos una entrevista desde Francia, vía Skype para explicarnos más sobre este tipo de vehículos inteligentes.

AUT�?NOMOS

Su obsesión por los vehículos autónomos lo llevó al lugar donde actualmente está, siendo responsable, como experto corporativo, de los sistemas autónomos que incluyen los de movilidad inteligente y otros basados en la Inteligencia Artificial.

Si bien en Bolivia todavía no se escuchó mucho de este tipo de vehículos, en el exterior poco a poco va tomando fuerza, tal el caso de la subsidiaria de Google, Waymo que tiene algo más de 400 vehículos en operación diaria con el propósito de probar diferentes tecnologías, previendo que se ponga estos vehículos en servicio antes del 2022 o 2023.

Ibáñez-Guzmán sostiene que la idea de los vehículos autónomos empezó hace mucho tiempo impulsada por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (Darpa por sus siglas en inglés), el brazo de investigación del Ministerio de Defensa de los Estados Unidos, quienes estaban interesados en hacer sistemas robóticos para los militares, pero los avances fueron lentos, derivando en una competencia denominada Darpa Grand Challenge para demostrar que se podían manejar automóviles de manera autónoma bajo el control de una computadora en situaciones fuera de los laboratorios.

Tras este comienzo, la idea creció y tuvo tres pilares específicos: Dar la accesibilidad a todo el mundo para poder moverse; dar a los conductores más eficacia, es decir, cuando el motorizado está en un embotellamiento podrán hacer otras actividades, por ejemplo; y reducir el número de accidentes, pues una vez que estos sistemas se utilicen, no tendrán las distracciones que tiene un ser humano.

Añade que, según las estadísticas, 90 % de los accidentes son debido a fallas humanas, aspecto generalizado no solo en Bolivia, sino en casi todos los países.

Aunque su implementación en este territorio no es cercana, se ve que las tecnologías desarrolladas son muy importantes, "hay mucho trabajo para hacer,�?creo que todas las tecnologías asociadas a los vehículos autónomos van a mejorar la seguridad de nuestros vehículos normales y eso se está viendo poco a poco, entendemos mucho mejor los sistemas de percepción, estamos mejorando los sistemas de localización, estamos mejorando las cartas de navegación, entonces los vehículos serán un poquito más inteligentes y se van a evitar los accidentes que tenemos hoy en día", agregó.

Donde ya se instauraron los vehículos autónomos es en California, en Estados Unidos, lo que incentivó ese interés fue cuando Google, en 2010 creó la gran sorpresa de todos los constructores de automóviles, mostrando vehículos autónomos y creando una revolución. Luego fueron los grandes constructores de autos de la Unión Europea, y es la China donde se está avanzando a pasos agigantados en la electrificación de los vehículos y en la adopción de toda esa tecnología de los vehículos inteligentes.

Pero la tecnología va de la mano con el financiamiento por tal motivo, contar con un coche autónomo no es nada barato, pues un prototipo hoy día vale entre 170.000 y 200.000 dólares, aunque los mismos son considerados como costos relativos, ya que generaría ganancias relevantes una vez que la producción en grandes volúmenes sea lanzada.

"Es importante remarcar que los constructores de autos ya no son constructores solamente de vehículos de cuatro ruedas sino quieren convertirse en proveedores de movilidad, quieren convertirse en proveedores de servicios de taxis, en proveedores de servicios de logística, porque el valor de las ganancias está allí, no está solamente en la construcción de los autos donde la ganancia es entre 3 y 6 % sino en proveer la movilidad donde la ganancia está entre el 12 y 15 %, el porqué del fuerte interés en esta tecnología", sostuvo.

Una pregunta que salta al imaginarse ver vehículos avanzando sin chofer, es si el mundo está adaptado a ese sistema o hay que ensanchar las vías y darle la comodidad a la tecnología para que brinde beneficios a la población, al respecto Ibáñez-Guzmán expresa: "Pienso que no podemos cambiar el mundo para los vehículos autónomos porque eso es falso y no podemos hacer que los vehículos autónomos puedan adaptarse a todos, entonces va a haber un punto de convergencia, hoy día hay muchos proyectos que examinan qué es lo que la infraestructura debe dar como mínimo para un vehículo autónomo en términos de señalización en términos de la calidad de los caminos, de comunicaciones, etc., hay un punto intermedio al que se va a llegar".

Aunque el sueño de ver esos coches en Oruro es a largo plazo, ahora se piensa en mejorar los sistemas de transporte y optimizar el uso de los vehículos.

FORMACI�?N

Ibáñez-Guzmán nació en Oruro, toda su vida estudiantil la pasó en el colegio Anglo Americano y luego se formó académicamente fuera del país, en la actualidad está asociado a la división de investigación y desarrollo del grupo Renault, una reconocida empresa fabricante de vehículos.

Recibió un gran ejemplo de sus padres, ambos orureños, su padre trabajó en Comibol y Ferrari Ghezzi, su madre fue supervisora de educación media en Oruro y profesora de matemáticas.

Siempre se interesó por la tecnología y desde niño le fascinaba lo que se podía hacer con una calculadora en vez de una regla de cálculo, empezando ahí la pasión por la tecnología.

Hizo el grado de ingeniería en Inglaterra, luego volvió a Bolivia y con una beca Fullbright partió a Estados Unidos a una Ivy League, en la universidad de Pensilvania, retornó a su país, para luego partir a Inglaterra a hacer un doctorado en la universidad de Reading.

Llegó a Francia donde estuvo como catedrático de una nueva escuela de Ingeniería en el área de la robótica y automatización y trabajó poniendo robots en las fábricas.

Su travesía no quedó ahí, partió a Singapur a trabajar en un centro de investigación junto a su familia, su esposa y sus dos hijos, y tuvo la oportunidad de construir vehículos autónomos modificando coches blindados del ejército de Singapur.

"La intención era volver a Francia porque es muy bonito, pero necesitábamos tener algo más, sobre todo para los niños, tuve la oportunidad de conocer al director de investigación de la Renault y él me dijo ´lo que has hecho nos puede interesar para un futuro´ y así llegué a la Renault, empecé de ingeniería en ingeniería, al principio los vehículos autónomos eran solamente algo exótico, pero ahora se ha vuelto un tema estratégico", comenta.

Generalmente retorna a Bolivia para visitar a su padre que radica en Cochabamba.

Al finalizar la entrevista, el experto declaró que añora su tierra y siente una gran satisfacción el ver que existen profesionales capaces de resaltar en otros países, cual su caso y pide a la juventud aprovechar y crear oportunidades para surgir, "debemos inspirar a los chicos que tienen tanto por hacer, tantas oportunidades que tienen que crearse y no dejar pasar el tiempo", reflexionó.