Domingo 12 de agosto de 2018
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Revista Dominical
Preservar la pureza del contencioso jurÃdico
12 ago 2018
Por: Raúl Pino-Ichazo Terrazas Abogado Corporativo, postgrados en Arbitraje y Conciliación, Interculturalidad y Educación Superior, Derecho Aeronáutico, Docencia en Educación Superior, doctor honoris causa (IWA-Cambridge University), escritor
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Existe una latente, legÃtima y hasta ahora insoluble preocupación de la totalidad de la población, además de decepción, por el estado de la justicia en Bolivia, afectada severamente por la corrupción y las interminables componendas que se entrelazan entre delincuentes y operadores de justicia, como verdad irrefutable.
Esta es la causa fundamental de la inexistente equidad en la impartición de justicia que se aleja de la ansiada aspiración teleológica de la colectividad de confiar en la aplicación del Derecho en su contenido como normas incontestables, inderogables y correctamente interpretadas, en contraposición los intereses económicos de una parte. Los que deciden en las investigaciones y en las sentencias actualmente, crean inseguridad jurÃdica que desprestigia a nuestro paÃs y zahiere su credibilidad a todo nivel, siendo el daño más contundente y difÃcil de mensurar en la vida de interrelación en el paÃs.
La ausencia de patriotismo y amor a la pertenencia en los valores morales no es advertida a sabiendas por los que actúan directamente en este floreciente e ilÃcito negocio. Nuestras leyes y procedimientos en general están correctamente concebidos, si bien perfectibles; lo que distorsiona a la justicia sin recuperación es la manipulación de las facultades procesales (debido proceso), garantizadas por la Constitución a demandantes y demandados y la negligencia y pertinaz reticencia a no buscar la verdad en la profundidad, que debÃa ser la lÃnea de conducta y acción inmutables, unida a la conciencia moral en todo servidor público que investiga hechos e imparte justicia.