Sábado 11 de agosto de 2018
ver hoy
¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...
Si las células del cáncer proliferan cómodamente con niveles de pH alcalinos, entonces serían más sensibles al pH ácido. Se conoce que las células cancerosas provocan la acidificación de su entorno y, en consecuencia, se alcaliniza el interior de la propia célula. En un principio, esta desregulación debería suponer un problema para el desarrollo y la proliferación de las células y, sin embargo, en el cáncer, ocurre todo lo contrario. Un estudio computacional, cuyo co-primer autor es el químico computacional Miquel Duran-Frigola, del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona), demuestra que las células cancerosas proliferan menos y de manera menos robusta al acidificar su pH interno, apuntando así a nuevos enfoques terapéuticos.
Utilizando decenas de miles de datos históricos de ensayos bioquímicos y una base de datos de expresión génica de células cancerosas, los investigadores han desarrollado un modelo computacional que analiza cómo se ve afectada la actividad de casi 2.000 enzimas metabólicas, por variaciones en el pH. "Nosotros somos un laboratorio computacional y nos dedicamos a la biología de sistemas. Quisimos abordar el problema a gran escala", apunta Miquel Duran-Frigola, Investigador Asociado del laboratorio de Bioinformática Estructural y Biología de Redes dirigido por el investigador Icrea Patrick Aloy