Jueves 09 de agosto de 2018

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El altiplano boliviano está colmado de una variedad vegetal que, en criterio de algunos curanderos andinos, es envidiada por diferentes naciones, las que en ciertos casos tienen que llegar hasta algunas ferias comunales para provisionarse de estos elementos, sin exageración, cada planta tiene un propósito curativo, desde un dolor de estómago hasta enfermedades mortales como el cáncer.
La farmacologÃa herbolaria en Bolivia es una de las pocas que, a diferencia de otros paÃses, mantiene sus raÃces ancestrales y no es explotada en su plenitud, esto debido a que también se entremezcla con algunos rituales y tradiciones que en ciertos casos aleja de la credibilidad a los pacientes.
Pedro Choque Bustillos, oriundo de la región de Totora, señaló que adquirió los conocimientos de la curación a través de plantas y otros rituales propios de los curanderos andinos, gracias a que, según él, fue alcanzado por un rayo que le otorgó estos poderes, además de la tradición oral que le fue encomendada por sus padres y abuelos.
Indicó que las hierbas andinas poseen propiedades únicas que de forma unilateral o combinándolas con otros aditamentos, pueden combatir hasta las enfermedades más mortales sin necesidad de una intervención quirúrgica del cuerpo humano.
Fuente: LA PATRIA