Radiografía de la CNS

Hasta que un ejecutivo de la Caja Nacional de Salud, CNS, expuso una radiografía de la institución poniendo en claro una serie de las deficiencias que adolece el servicio del seguro social en general y que afectan de manera directa a los miles de asegurados a lo largo y ancho de país.

No hay un solo nosocomio de la CNS que se salve de críticas, en realidad el sistema que rige en la institución se desarrolla en todas las instancias y por tal razón los angustiados dependientes de la seguridad social, además de sufrir las deficiencias en atención, se entiende que acuden a esos centros médicos, obligados por las circunstancias emergentes de su precaria salud, en algunos casos de extremo cuidado y una mayoría de control preventivo en los consultorios familiares, donde emitir recetas con las mismas medicinas, es parte de la rutina que sin embargo obliga a los pacientes a sacrificadas jornadas, hasta de madrugada para obtener la dichosa "ficha" de atención.

Hay que conocer detalles especiales para comprender también las limitaciones que confronta el sistema. La última radiografía señala que al cierre de la gestión 2017 la población protegida por la seguridad social, sobrepasa a nivel nacional la cantidad de tres millones de asegurados, un 27 % de la población boliviana. Al implantarse el sistema, sus afiliados no llegaban a 400 mil personas, lo que significa que la población beneficiaria se ha quintuplicado. La institución cuenta con 197 establecimientos de salud, 162 de primer nivel, 26 de segundo nivel y 9 de tercer nivel en todo el país. Se entiende que absolutamente todos los afiliados y de acuerdo a escalas porcentuales definidas, contribuyen obligadamente al sistema, recaudación que debería permitir una buena implementación de los centros médicos y una excelente dotación de servicios médicos profesionales incluyendo la garantizada provisión de medicamentos garantizados.

Las cosas no se presentan de ese modo optimista, al contrario confronta con una serie de problemas internos que en los últimos días ha generado una actitud de protesta del sector profesional de la CNS, exigiendo atención a sus demandas a partir de la institucionalización de los cargos jerárquicos para eliminar varios procesos de corrupción administrativa que son la causa de muchos males en algunos centros médicos. El paro de actividades de los médicos de la Caja, tuvo por objeto reclamar también el abastecimiento regular de medicamentos, insumos y materiales, además de establecer condiciones propicias para reestructurar el sistema de atención a los pacientes en todos los centros médicos de la seguridad social.

Lo que se desea realmente es que se defina un plan que garantice la atención de los miles de asegurados, que dicho sea de paso, son los propietarios de la entidad aseguradora y también exigen que sus funcionarios sean responsables de cumplir objetivos que mejoren los servicios, actualmente anquilosados en sistemas que no han sido renovados por años.

La última radiografía de la CNS exige la renovación estructural en su administración, buen uso de sus recursos económicos, mejor implementación de servicios y la contratación de más médicos y especialistas.