Lixiviación con cianuro de Relaves de Amalgamación

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Es un hecho comprobado que cuando se combina molienda-amalgamación, en los diferentes equipos de conminución que no están diseñados para tal efecto, tales como los quimbaletes, trapiches, molinos de rastras, molinos de pisones, molinos de martillos, molinos a bolas, etc., las pérdidas de mercurio son considerables. Los relaves o colas del proceso contienen bastante "harina de mercurio" (mercurio finamente pulverizado), en estas condiciones son comercializadas a las plantas para lixiviación con cianuro.

El Convenio de Minamata, del cual forma parte Bolivia, es explícito en este asunto y establece medidas concretas al respecto (art. 7 y anexo C), señalando que los países en cuyo territorio se realicen procesos de beneficio del oro que incluyan mercurio, adoptarán medidas para reducir y cuando sea viable, eliminar completamente el uso de mercurio, así como de sus compuestos, de controlar y evitar las emisiones de mercurio en el medio ambiente.

i) La amalgamación del mineral en bruto.

ii) La quema expuesta de la amalgama o amalgama procesada.

iii) La quema de la amalgama en zonas residenciales.

iv) La lixiviación de cianuro en sedimentos, mineral en bruto o rocas a los que se ha agregado mercurio, sin eliminar primero el mercurio.

Cuando se pone en contacto el cianuro de las soluciones de lixiviación, con el mercurio de los relaves y bajo ciertas condiciones, se forma el cianuro de mercurio Hg (CN)2, compuesto muy tóxico tanto por su contenido de mercurio como por el de cianuro.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente UNEP, resalta este aspecto en uno de sus documentos: "�los métodos de cianuración deben usarse e introducirse con cuidado debido a los grandes riesgos que entrañan para la salud humana y el medio ambiente. Es importante tener presente que el cianuro y el mercurio nunca deben usarse juntos, porque su uso combinado puede aumentar enormemente la contaminación y los riesgos para la salud".

Hasta hoy, este es un problema exclusivo de las plantas de lixiviación que compran los relaves de amalgamación de las diferentes cooperativas mineras, que aplican el nada recomendable proceso de molienda-amalgamación, simultánea por sus implicancias negativas tanto desde el punto de vista técnico-económico como ambiental; sin embargo, en un futuro próximo pasará a ser un asunto urgente que debe ser encarado de la manera más rápida y pragmática por las Autoridades correspondientes, porque actualmente en varias zonas mineras del país se vienen implementando sistemas de lixiviación y posterior absorción en carbón activado, para permitir que las Cooperativas mineras auríferas puedan tratar sus relaves o colas de amalgamación. Por consiguiente, se deberá pensar en una gestión responsable de manejo de residuos sólidos o colas (con contenidos de cianuro y mercurio) mediante una disposición final que garantice estabilidad física y química.

¿Cómo procede la reacción química mercurio-cianuro cuando se tienen sistemas estáticos tipo lixiviación en piscinas o sistemas dinámicos como la lixiviación por agitación en tanques, cuánto mercurio pasa a solución y qué pasa con el mercurio que no se disuelve? Aún no se tiene mucha información técnica en base a datos concretos y casos reales, será interesante conocer y determinar de manera práctica la cinética (velocidad) y termodinámica de la reacción mercurio-cianuro, cuando se lixivian relaves de amalgamación en las diferentes condiciones geográficas que tiene el país. El trabajo continúa y muy pronto se tendrán novedades importantes.

(*) Ingeniero Metalúrgico - Asesor Técnico Proyecto BGI - Investigador