"La tierra es de quien la trabaja"

Datos interesantes del historiador Floren Sanabria G. señalan que el 2 de agosto de 1937 ya se declaró "Día del Indio" en homenaje a la fundación del primer núcleo de educación indígena en Warisata, dirigido por el profesor Elizardo Pérez y el originario campesino Abelino Siñani. En diciembre de 1936 se aprobó el estatuto orgánico de educación indigenal y campesina que reafirma en forma orgánica la estructura del sistema "nuclear" para la incorporación de las razas autóctonas a todas las actividades de la vida nacional, o sea la solución a los problemas del indígena en forma integral, económica, social y cultural.

Sin embargo, tuvieron que pasar muchos años, hasta que el 2 de agosto de 1953 se firma y promulga el Decreto Ley 03464, determinando la aplicación de la Reforma Agraria y el Día del Campesino. Sucedió en Ucureña, Cochabamba, remarcando en su resumen que "la tierra es de quien la trabaja".

Sin embargo en el análisis de tan importante medida, se reconoce que el enorme conglomerado indígena fue utilizado políticamente y aunque la reforma agraria, les devolvió la propiedad de la tierra, no se completaron las medidas sociales necesarias para que ese sector sea realmente determinante como fuerza laboral y productiva con poder en la economía nacional.

En periodos recientes, se observó el crecimiento de algunos sectores de campesinos, especialmente los que cultivan coca en regiones del país, caso del Chapare en la zona de Cochabamba o en los Yungas de La Paz, el resto de la población agraria trabaja en condiciones difíciles en la zona andina, dependiendo de los factores atmosféricos, los que también alteran la actividad de otros productores, como los ganaderos que son parte de la población indígena nacional.

Entre las referencias históricas sobre el tema, se menciona el artículo 12 de la Ley de Reforma Agraria en vigencia estableciendo "que el Estado no reconoce el latifundio. Se garantiza la existencia de las propiedades comunitarias, privadas y cooperativas", mientras que otra disposición de la misma ley señala que "las tierras son de dominio originario de la Nación y corresponde al Estado su distribución, reagrupamiento y redistribución de la propiedad agraria conforme a las necesidades económico-sociales y de desarrollo rural".

Como se observa en los datos referenciales a la importante Ley de Reforma Agraria, existen condiciones que favorecen a la propiedad de la tierra a favor de los campesinos que gozan de la protección del Estado, pero están comprometidos en tareas que cumplan una función económica y social, de acuerdo con los planes de desarrollo". La producción del sector debe ser garantía alimentaria de toda la población, por supuesto con el apoyo necesario del Estado para cumplir programas agro-ganaderos.

El Gobierno tiene responsabilidad directa en la actividad del sector campesino para fomentar sus específicas tareas, de modo que no tenga justificados pretextos para migrar a las ciudades en busca de mejores condiciones de vida. Una ocasión importante para reconocer la fuerza laboral de nuestros campesinos.