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Domingo 29 de julio de 2018

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Revista Dominical

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Augusto Dávila Sanabria: Periodista de fuste a tiempo completo

29 jul 2018

Por: Freddy Salazar Zelada - Periodista

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Con absoluta seguridad muchos recuerdan al Dr. Augusto Dávila Sanabria, periodista de fuste que engalanó páginas y páginas del diario LA PATRIA, Subdecano de la Prensa en Bolivia y Presencia, el matutino católico ya desaparecido, considerados en justicia, dos de los impresos más importantes en la historia de la prensa nacional.

Cómo olvidar a este profesional que, en cada una de sus notas, reflejaba el acontecer diario sin distorsiones y, por el contrario, fiel a su estilo y consciente del compromiso con sus lectores, describía los hechos noticiosos sin apasionamientos ni distorsiones y, como un caso ciertamente extraordinario, ya que se mantuvo vigente por más de sesenta años ininterrumpidos.

Lo conocí al comenzar la década de los setenta en Radio ´El Cóndor", La Voz del Ferroviario, cuyas oficinas frecuentaba por fuertes lazos de amistad que él tenía con Omar Tórrez Reque y Elías Delgado Morales (Director y Jefe de Prensa respectivamente). De a poco se fue dando un acercamiento, inicialmente conversando sobre temas poco relevantes y al pasar el tiempo considerar aspectos relacionados al ejercicio del periodismo, siendo sus consejos y apreciaciones, verdaderas lecciones en un camino que para mí se iniciaba.

El Dr. Augusto Dávila Sanabria, nació el 13 de enero de 1924 en el municipio de Colquechaca, capital de la provincia Chayanta del departamento de Potosí, pero radicó desde niño en Oruro, donde cursó estudios de primaria en la Escuela "Ignacio León" y secundaria en el Colegio Nacional "Simón Bolívar", alcanzando su título de Abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad Técnica de Oruro. Falleció el 27 de julio de 2015.

Como flamante abogado, tuvo un paso fugaz por un bufete ubicado sobre la calle Junín entre Presidente Montes y La Plata -según él mismo refería- pues su innata y fuerte vocación fueron determinantes para que optara por el periodismo, en un tiempo donde el ejercicio de esta noble actividad apenas generaba recursos suficientes sólo para subsistir.

LO QUE HIZO EN PERIODISMO

Su primera incursión en las lides del periodismo fue en el diario Noticias a mediados de los cuarenta donde trabajó como "Cronista Ampliador", redactor y finalmente director, para posteriormente ingresar como periodista de planta al matutino LA PATRIA, donde llegó por invitación especial de don Enrique Miralles y don Cristóbal Molina Rodríguez que el año 1946 habían adquirido dicho matutino.

En un artículo publicado con motivo de las "Bodas de Diamante" del Subdecano de la Prensa en Bolivia, Dávila Sanabria asevera que tras obtener su título de abogado en diciembre de 1954, sólo unos noventa días después de haberse instalado en un bufete para ejercer su profesión "don Enrique y don Cristóbal se presentaron en el estudio y, gracias a Dios, me salvaron de litigantes y los estrados judiciales", y añade, "por convicción de servicio, afinidad de ideas y amor al periodismo, llegamos a formar un terceto identificado plenamente con "LA PATRIA" y compartimos la satisfacción de sus logros y sufrimos sus eventuales peripecias", lo que queda en evidencia en 1955, cuando este diario confrontaba un trance muy difícil por la acción autoritaria del gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) que dispuso el cierre de este matutino y la detención de su Director, don Enrique Miralles Bonnecarrere, con valentía y firmeza asumió ese cargo y garantizó la circulación habitual, superando todas las vicisitudes de ese crucial momento.

Dávila no sólo estuvo en el periodismo escrito, ya que entre 1955 y 1956 se desempeñó como periodista radial, Jefe del Departamento de Deportes y Director de CP 55 Radio "Universidad". Es en esta coyuntura que se produce un hecho significativo, dado su carácter inquieto y emprendedor, consiguió formar un equipo periodístico que realizó la primera transmisión de un partido de baloncesto desde la "Cancha Oficial", hoy Coliseo "Luis Lazzo Quinteros", para lo cual mandó a construir una minúscula caseta de madera donde apretujadas quepaban tres personas, misma que permaneció por varias décadas en el mencionado recinto deportivo.

"PRESENCIA" OTRA PÁGINA DE SU VIDA

La idoneidad y capacidad periodística que le caracterizaban, fueron factores determinantes para que reciba la invitación de la dirección del matutino católico "Presencia" de la ciudad de La Paz, para que asuma la corresponsalía de tan importante medio de comunicación impreso, cargo en el cual se mantuvo durante 33 años ininterrumpidos, marcando un verdadero récord. Fue también por un tiempo corresponsal de la Agencia de Noticias Fides.

Fue tal su dedicación a la tarea que le encomendaron, que utilizó las páginas de "Presencia" para dar a conocer al ámbito nacional todo el acontecer diario orureño, pero también la problemática del Departamento, como siempre con enfoque sereno, veraz y fiel a un código deontológico incólume que marcó su vida profesional.

Mención especial, sin duda, es la cobertura que brindaba a todo lo referido al fastuoso carnaval orureño. Minucioso al describir la majestuosidad del acontecimiento folklórico que año tras año se desarrolla en homenaje a la Virgen del Socavón y apasionado espectador que, al parecer, no faltó nunca a la tradicional Entrada del Sábado de Carnaval y era uno de los primeros en llegar al palco de prensa que se instalaba en la Avenida Cívica, pero se retiraba a hora prudente para enviar su "despacho" sobre lo acontecido. Se acogió al beneficio de la jubilación, precisamente en el diario "Presencia", en diciembre de 1989.

SUS GRANDES INICIATIVAS

Sin temor a equivocarme, puedo aseverar que el Dr. Augusto Dávila Sanabria, es el que mayor aporte realizó para consolidar instituciones que cobijen en su seno a los periodistas orureños.

Convencido de la necesidad de una organización que defienda los derechos e intereses de los periodistas y acicateado por dirigentes de la prensa paceña, no dudó en asumir el reto- para conformar inicialmente un comité sindical y luego secundado por periodistas como Julio Rodríguez Orihuela, Elías Delgado Morales y Luis Lazzo Quinteros, culminar con la fundación del Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Oruro (STPO), el 14 de marzo de 1963, siendo su primer Secretario General.

Se le debe también la fundación de la filial del Círculo de Periodistas Deportivos de Bolivia, organización que hoy ha tenido importante crecimiento, con la incorporación de nuevos profesionales egresados de la carrera de Ciencias de la Comunicación, que ahora engrosan sus filas.

Destaca su activa labor en la Asociación de Periodistas de Oruro (APO), en cuya institución colegiada, ejerció la presidencia en varias gestiones, haciendo evidente su interés para que la entidad tenga vigencia plena y recobre su lugar como referente no sólo en el ámbito del periodismo, sino también en la defensa de los intereses del Departamento.

SUS DISTINCIONES

A lo largo de su meritoria y destacada trayectoria periodística y, sus grandes dotes personales le permitieron ser objeto de innumerables distinciones otorgadas tanto por el Gobierno Departamental, Gobierno Municipal, instituciones sindicales como los entes colegiados de la prensa boliviana, siendo las imponentes.

Guardaba con enorme orgullo la declaratoria de "Ciudadano Notable" que le confirió el municipio local en 1994, el Escudo de Armas de la Real Villa de San Felipe de Austria en el "Grado de Servicios Especiales", la Condecoración Sebastián Pagador "Honor al Mérito" de la Prefectura del Departamento.

Recibió también la Medalla al Mérito "Enrique Miralles Bonnecarrere" instituida por la Asociación de Periodistas de Oruro y el matutino "LA PATRIA", en tanto la Asociación de Periodistas de La Paz le otorgó la Medalla al Mérito Profesional y a la formación de periodistas "Daniel Sánchez Bustamante".

Sin duda, el corolario se dio el año 2010, cuando se hizo acreedor al Premio Nacional de Periodismo, entrega que se hizo en acto especial desarrollado en la Asociación de Periodistas de La Paz, en la sede de gobierno, en conmemoración de un aniversario de la entidad colegiada.

Recibió la Medalla de Oro al Mérito que otorga el Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Oruro y el Pergamino de Honor y Medalla al Mérito Profesional de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia. Muchas otras distinciones le fueron conferidas tanto por organismos de la prensa, la Central Obrera Departamental y otras instituciones, por el aporte efectuado durante su dilatada vida periodística.

SU PASO POR LA FUNCI?N P?BLICA

Fue en la etapa final de su vida, que llegó a ocupar un cargo público, ya que consideraba que, el periodista, se debía a sus lectores y que no era compatible asumir funciones en instituciones estatales.

Su rectitud y sentido ético, a toda prueba, le provocaron un enorme conflicto interno al recibir la invitación de su amigo, Luis Ramiro Beltrán Salmón, que le invitó a presentar su hoja de vida para una vocalía en la Corte Departamental Electoral de Oruro.

Durante casi dos semanas, argumentó que eso no era para él, por lo que resultó bastante difícil hacerle comprender que se trataba de una distinción por su envidiable trayectoria, honestidad y credibilidad. Papel importante, jugó entonces su nuera Mercedes Gamboa, quién tomó para sí la recopilación de toda la documentación y la elaboración de la Hoja de Vida, algo que Dávila Sanabria, nunca olvidó.

Finalmente accedió y fue elegido, no por apoyo político, sino más bien porque reunía como ningún otro postulante una hoja de vida impecable y más que suficiente para estar en el organismo electoral que requería de profesionales idóneos y sin vinculaciones políticas como se evidencia en la actualidad.

Como no podía ser de otra manera, fue elegido presidente por unanimidad, desarrollando una tarea incuestionable y culminando con éxito la construcción del edificio que hoy ocupa el ?rgano Electoral Departamental, donde ejerció la Presidencia durante cuatro años.

Un apunte que considero importante, es el referido a que, siendo la máxima autoridad del organismo electoral del Departamento, no permitía que el vehículo destinado a su investidura lo recogiera de su domicilio o lo llevara hasta el mismo, prefería siempre ir a pie y encontrarse y saludar a sus amigos.

Este es el pequeño homenaje a un grande del periodismo de Bolivia, con quien tuve el privilegio de compartir años de permanente encuentro en la cobertura informativa, sus habituales visitas cuando mi persona prestaba servicios en Radio Fides Oruro y, en los últimos años de su prolongada existencia, en su acogedor domicilio, tardes íntegras de interminables conversaciones sobre sus vivencias profesionales, lo que fue Oruro en el pasado y cosas propias de la existencia humana, verdaderas lecciones de vida que, con seguridad, jamás podré olvidar, habiendo transcurrido a la fecha tres años de su deceso.

Para tus amigos: