La protagonista, pasaba durante la mayorÃa de los capÃtulos llorando y sufriendo porque su antagonista, la villana del cuento, al ver que esa pobre niña tan correcta se "robaba" el corazón de su novio, se la pasaba ideando planes para destruirla.
Al final, la pobre protagonista encontraba un buen hombre o una buena mujer, por lo general mayores y adinerados que perdieron hace mucho a su hija de alguna manera y veÃan en esta muchacha a su retoño perdido, entonces se convierte en su protector o protectora, es decir su padrino o madrina, que al final resulta siendo su verdadero padre o madre, por lo que la pobrecita de la noche a la mañana se convierte en una joven rica y distinguida, además con todo el "poder" que el dinero otorga.
Ah, además que por añadidura la ex pobrecita termina gozando del amor del joven protagonista y la mala termina muy mal parada, o se va para la cárcel, o se muere o termina lisiada, es decir, sufre todo lo que se pasó riendo a lo largo de la novela, con eso supuestamente termina pagando por todo el daño que hizo no sólo a la actriz principal sino contra quienes además ayudaban a salir adelante a la sufrida muchacha.
Sin embargo, algunas de las telenovelas recientes nos la ponen difÃcil, pues se salen del esquema presentando a unas protagonistas villanas, como en "Teresa", "RubÃ" o "La Doña", que muestran a mujeres fuertes, decididas, sabias, seguras de sà mismas, bellas y seductoras, pero a la vez inescrupulosas, despiadadas, mentirosas, manipuladoras, ambiciosas, transgresoras, infieles y traicioneras.
Pero es como si se satanizaran ciertos atributos que tienen las villanas, como el ser astutas, inteligentes, excelentes estrategas, preparadas, independientes, fuertes, sabias y seguras de sà mismas, como si aquellos fueran malos de por sÃ, pues recordemos que en "Teresa", la muchacha enamora a su profesor, sin embargo, si logra sobresalir es en base a su dedicación, su esfuerzo y su inteligencia.
Es como si se transmitiera un mensaje a las jovencitas, de que no deben prepararse, no es necesario que estudien y que sean independientes, sino que deben esperar a que venga un prÃncipe a salvarlas, alguien que las mantendrá bien económicamente mientras ellas sean virtuosas y sumisas, obedientes y amorosas, atributos que sà deben aprender y mantener durante toda su vida, o se quedarán solas y amargadas hasta que les toque dejar este mundo.
No obstante, entre los jóvenes ocurre un fenómeno que se podrÃa denominar "vuelco de tortilla", es decir, las cosas están cambiando, y las adolescentes empoderadas son cada vez más seguras de sà mismas, no buscan involucrarse en relaciones amorosas porque han comprendido que hay muchas cosas por vivir antes de hacerlo; por lo contrario, existen cada vez más muchachos que se desesperan por esas chicas y, los que no ven salida ante esa situación que no saben cómo controlar llegan inclusive al suicidio.
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