Otra revolución cubana

Los procesos revolucionarios ocasionan cambios allí donde se producen y los mismos son consecuencia del modelo aplicado para establecer condiciones que los ciudadanos deben admitir, por las buenas o definitivamente, por las malas, en función a objetivos fundamentados en ideales o en meros intereses de poder y enriquecimiento, por la vía de la fuerza y el desconocimiento de valores y derechos.

Muchas revoluciones se han producido en tales condiciones, incluyendo aquellas que señalaban como norte la liberación de clases sociales, dominadas por fuerzas reñidas con planteamientos de los "liberadores". Las revoluciones como sea que fuesen, siempre producen cambios, es el sistema más contundente para romper esquemas oprobiosos, estas reacciones se presentan en muchos casos con signos de violencia y un saldo lamentable de víctimas fatales y gran cantidad de heridos y perjudicados, son las revoluciones de fuerza.

Las revoluciones activas, las que mueven a la gente, son reacciones propias de "Estados" en los que la gente no está plenamente satisfecha con el modus vivendi de algunas sociedades, en las que faltan muchas cosas y sobran muy pocas, en las que regímenes autoritarios hacen y deshacen lo que les interesa, sin tomar en cuenta condiciones democráticas y los derechos vigentes. Algunas revoluciones directamente suprimen derechos y libertades, y lamentablemente mantienen un estado de permanente convulsión que cambia esquemas y lo hace por la misma vía revolucionaria.

A propósito del tema, en Latinoamérica se están produciendo ciertos cambios en las estructuras gobernantes, con resultados hasta inesperados para grandes contingentes sociales. Ejemplos recientes, los casos de Venezuela, Ecuador de alguna manera, lo de Nicaragua que es altamente conflictivo, o el cambio de voto en México para imponer otra estructura gobernante.

Pero lo más saliente en estos procesos es el que se dio en Cuba, tras largos años de una revolución políticamente definida como comunista y que ahora se denomina socialista y que empieza por aprobar una Constitución que reconoce la propiedad privada, elimina las referencias de comunismo, establecerá la autoridad de un Primer Ministro y además modifica la definición de matrimonio, o que implica reconocer los enlaces homosexuales, además por supuesto, una serie de medidas que "defenderán la vigencia de un Estado democrático en el que no habrán giros capitalistas" pero, abriendo las puertas a la inversión privada que cambiará el movimiento económico y de crecimiento de la isla, bajo la seguridad de respetarse la propiedad privada.

Hay revoluciones que en tiempo y espacio son necesarias, sus resultados pueden ser o no de beneficio cuantitativo y cualitativo de grandes, medianas y hasta pequeñas poblaciones. El hecho es que una revolución siempre produce cambios, lo importante es que los mismos sirvan para erradicar hechos negativos y que en un modelo pacífico, dispongan efectivos planes de vida, con sistemas productivos de alto rendimiento, con salarios justos, con pleno respeto a la dignidad de las personas y con la garantía de poder deliberar para mejorar modos de vida, en un ambiente de paz, justicia y libertad. El nuevo modelo cubano puede entrar en este esquema renovador.