Jueves 26 de julio de 2018
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Editorial y opiniones
EDITORIAL
Avanzar sin ofender ni lastimar
26 jul 2018
Hay que reconocer errores, pero no mantenerlos en la práctica permanente, hay que enmendar estos factores adversos y dejar condiciones de indiferencia o docilidad a los hechos, lo que nos falta es aclarar nuestra visión sobre los hechos y confrontarlos con una buena práctica de la ofensiva, lo que debe significar en el mejor entender, avanzar, sin ofender, ni lastimar, mucho menos presionar o condicionar nuestros derechos de independencia y dignidad.
Una serie de hechos que se registran cotidianamente en los medios de comunicación o son parte del nutrido movimiento de opiniones y versiones en las "redes sociales", nos muestran el desarrollo de un proceso de actividades en el que predominan condiciones muy especiales de injusticia, ofensas y violencia.
ParecerÃa que en las actuales circunstancias, deben primar corrientes de especial presión para cumplir objetivos que satisfagan ciertos intereses que sin ser los más representativos de la sociedad, son los que propugnan corrientes alineadas en las tareas más deleznables, como lastimar al oponente, con acciones materiales o con la presión sicológica, que resulta parte de sucias maniobras sólo para defenestrar al ocasional oponente.
Estamos viviendo un tiempo de "cachascan" un deporte rudo donde "todo vale" y que además de fuerza, también utiliza la ingenuidad del oponente, confiado en que algunas reglas lo favorecerán, cuando en realidad en este juego no hay un reglamente adecuado, ni árbitro que lo haga cumplir.
Asà estamos viviendo un periodo en el que varios hechos sorprenden a los incautos vecinos, a los ciudadanos "de a pie" que viven de su trabajo, pero que igualmente sienten los efectos de hechos que sorprenden y lastiman la dignidad de las personas. Una serie de actos, dichos y hechos intimidatorios, muestran una cara ofensiva de una parte ciudadana que maneja los hilos que mueven a los tÃteres elegidos para cada acto de un espectáculo que deja sabor amargo en los obligados espectadores de algunas funciones a las que se asiste obligadamente.