Cuba "sin comunismo" con libre empresa

Cuba podría convertirse en el país más exitoso de América Latina una vez que se agote el comunismo y se aplique la apertura constitucional al capital privado, eso permitirá avanzar con grandes reformas hacia la libre iniciativa privada, la atracción de capitales y el gran comercio internacional, conservando un mando único del Partido Comunista de Cuba, que ahora en esencia deberá impulsar el carácter socialista del sistema político y social.

La vieja Cuba empobrecida bajo el control de un sistema estatista totalitario, donde estaba proscrita la religión y la propiedad privada, ahora quedará atrás para mejorar la calidad de vida de los cubanos, quienes añoran vivir como sus parientes, quienes disfrutan de importantes beneficios por ejemplo en Estados Unidos de Norteamérica, a donde llegaron tras la operación Mariel, logrando el reconocimiento de un estatus democrático y donde pueden vivir en libertad y decidir su futuro - por así decirlo- a su libre albedrío.

La propuesta de la reforma constitucional que será sometida a referéndum para que la aprueben o rechacen los cubanos, prevé una normativa que reconoce al mercado, a la propiedad privada y a la inversión extranjera como parte de la economía del país, siendo implícitamente un reconocimiento a la propiedad privada con la apertura a la inversión externa que antes sólo era estatista y ahora, se encamina a pensar en una economía mixta, con una posible integración de las empresas que aporten capitales estatal y privado, en un nuevo modelo de mercado que se quiere clasificar como de economía socialista.

La reforma está justificada en el modelo de la economía de libre mercado, proponiendo un sistema de libre empresa, donde la propiedad privada resulta ser un elemento esencial del progreso económico, que contribuye al crecimiento de la producción y que, por lo tanto exige una parte de esta producción para beneficio del Estado que se debe cubrir con el pago de impuestos que, se transforma en el sostén de la economía comunista a la de un país capitalista y con libertad de mercado, la competencia y la soberanía del consumidor, en el modelo "socialista".

Así se pondrá fin a la dictadura comunista que impera en Cuba, para dar paso a un cambio destinado a superar la situación de pobreza y miseria que viven durante décadas de empobrecimiento los habitantes de la isla, bajo el sistema estatista totalitario, que ahora con la reforma eliminará de su Constitución el término comunista, para incluir la propiedad privada, admitiendo la economía de libre mercado, aunque bajo un control estricto del partido único que gobierna ese país y que se ha perpetuado por más de medio siglo, lo que también podría dar lugar a una futura apertura democrática, con participación política a través de más partidos políticos y lograr una representación ciudadana que sea producto de elecciones democráticas.

La propuesta de avance hacia una sociedad socialista donde se reconoce "otras formas de propiedad como la cooperativa, la propiedad mixta y la propiedad privada", justifica que esta reforma constituye "una necesidad y un elemento importante del desarrollo", lo que supone pensar en un crecimiento económico y social para los cubanos, quienes en su viajes de "exportación de educación y salud" han conocido la forma democrática y la economía de libre mercado que se tiene en otros países, donde han disfrutado de los beneficios que eso supone.

El cambio será oportuno, permitirá alcanzar las metas e ideales de quienes desde el año 1976 realizan el intento de atraer divisas, nuevas inversiones y desarrollo, como alternativa para paliar la difícil situación económica que se vive en Cuba, donde un salario promedio es equivalente a 16 dólares y se vive en medio de subvenciones estatales, que ya no podrá cubrir el Estado por los problemas y la inestabilidad económica que afronta Venezuela, que resulta ser su principal socio estratégico.

La participación inicial del sector privado, según datos oficiales en Cuba alcanza al 13% de su economía, lo que supone que casi 600.000 cubanos trabajan "por cuenta propia" y son reconocidos como pequeños empresarios privados, lo que dio lugar a una apertura implícita del mercado para sectores terciarios de la economía y para desarrollar el turismo, lo que permite un reconocimiento legal de la pequeña y mediana empresa, por ende, la propiedad privada.

En lo político para preservar el carácter socialista del régimen gobernante de Cuba que consiste en una dictadura totalitaria con un partido único, se decidió mantener el "carácter socialista del sistema político y social", bajo el mando del Partido Comunista de Cuba, como la única ·fuerza dirigente superior", que será el estamento encargado de regular y administrar el libre mercado de capitales y el desarrollo e inversión del sector privado.

Esta es una clara muestra del agotamiento del comunismo, que ahora supone avanzar al socialismo, ideología política que podría darle un nuevo giro a la política, economía y la sociedad cubana en su conjunto, tomando en cuenta que la Isla requiere de grandes inversiones para desarrollar y crecer, lejos de cualquier aislamiento o cierre de mercados, que ahora estarán con seguridad abiertos para captar nuevas inversiones, tener representaciones de las empresas más grandes del mundo y no solamente muestrarios de vitrinas donde los cubanos hasta ahora sólo pueden observar los productos porque no tienen el dinero suficiente para adquirir lo que se trae de los países capitalistas y donde existe una gran oferta para cubrir una mínima demanda en Cuba.

Ojalá los gobernantes de nuestro país pongan atención a este hecho que se suscita en Cuba, considerada la cuna del comunismo, donde se agotó el modelo y ahora se busca una alternativa económica socialista, para reconocer al mercado y la propiedad privada en su economía, lejos de posturas chauvinistas o discursos de "socio-listos" resfriados que pregonando el socialismo -incluso sin entenderlo- amansan fortunas, se sirven y aprovechan de los puestos que ocupan y quieren destrozar el modelo productivo del país, a título de tener un modelo estatista, que como ahora sabemos, ni siquiera en Cuba funciona. Que ahora venga el cambio para bien y que, los seguidores de Cuba, también transformen sus ideas y su actuar para beneficio de nuestro país y de todos los bolivianos.

(*) Periodista