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Domingo 22 de julio de 2018

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Suplemento Policial

Hablemos de Seguridad Ciudadana

22 jul 2018

(Parte II) Por: Cnl. Desp. Marco Antonio Cortez Castedo

La historia en nuestro Estado, pone en evidencia la problemática de la inseguridad y los factores como ser la pobreza, el hambre y el desempleo entre otros. Aspectos que influenciaron en el surgimiento de los índices de inseguridad en nuestra sociedad, lo que en la actualidad se observa como una constante en las grandes capitales, ciudades intermedias y en el país en general, afectando a nuestras familias y la población en sí.

A raíz de eso fue que en los últimos años, se denotó una creciente demanda en lo que respecta a la seguridad ciudadana, lo cual es permanente y cotidiana desde varios ámbitos sociales de Bolivia.

Entonces al existir una demanda permanente por todos los sectores sociales, es que se generó una inclusión social que haga que la misma sea íntegramente participativa, cuyo resultado fue el atender todas las necesidades de la sociedad, en plena observancia del respeto a las garantías y derechos obteniéndose de esta forma una mejor calidad de vida en los habitantes de Bolivia.

Dicha inclusión social también generó una considerable disminución en los índices de inseguridad ciudadana, lográndose de esta forma la optimización en todos los niveles de coordinación y una amplia colaboración en la ejecución de proyectos y programas en la temática de seguridad ciudadana.

De esta manera es que en la actualidad, se generaron políticas públicas en seguridad ciudadana, que permiten tener un marco técnico y legal atendiendo las necesidades de seguridad en la población, aplicando acciones por demás concretas en virtud a la tipificación de los delitos contra las personas, la propiedad privada, etc.

Estas políticas se traducen en el instrumento principal para conducir los destinos de nuestro país y sus procesos de gestión, siendo en este caso la Policía Boliviana quien juega un papel preponderante en la ejecución de esas políticas, juntamente con su órgano rector, tal cual lo es el Ministerio de Gobierno, que nos facilitan la aplicación de esos instrumentos o políticas.

Ahora bien, las estrategias de intervención son: El control, la prevención, la participación social y la rehabilitación y reinserción social.

El control, se traduce en aquella estrategia que vigila el surgimiento y el incremento de la delincuencia y la violencia, partiendo del fortalecimiento institucional y la coparticipación de la sociedad, en base a acciones efectivas que promueven una interacción social y holista, donde toda la sociedad se apegue al cumplimiento de la ley; por tanto será la Policía Boliviana que incida en la identificación de los diferentes factores de riesgo en cada región.

La prevención, conlleva el anticiparse a que algo vaya a suceder, en el caso específico, la anticipación a la aparición del hecho criminoso o de la violencia; por tanto, también es tarea imperiosa de la Institución del Orden el cumplir con el precepto constitucional, con la finalidad de evitar la comisión de delitos o actos de violencia en cualquiera de sus variedades.

La participación social, como estrategia esencial y fundamental, vendrá a ser todo aquel cúmulo de iniciativas de índole social, donde los actores sociales generarán ámbitos donde puedan intervenir sugiriendo soluciones o cambios a la problemática de inseguridad.

Por último, la reinserción social, se da producto de la rehabilitación por la que pasaron aquellas personas que cometieron actos delictivos, y también sobre aquellas sobre quienes recayeron los delitos, es decir, sobre las víctimas.

Esta estrategia consiste en una diversidad de acciones encaminadas a diseñar un nuevo modo de vida, alejado totalmente del medio en el cual sufrieron la comisión de delitos, o cometieron el delito, y para este fin se consignarán y participarán instituciones dedicadas al tratamiento que brinden el apoyo oportuno y una verdadera oportunidad de cambio en su estilo de vida.

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