El "Grano de Oro" y su declaratoria de prioridad nacional

La investigación científica, la innovación y desarrollo tecnológico de la quinua permitirá alcanzar a corto plazo la competitividad productiva del "Grano de Oro", cereal con alto valor protéico y muy apreciado en países de Europa, Norteamérica y Asía, a los que podremos abastecer los bolivianos, siempre y cuando exista la capacidad instalada para asumir el desafío que plantea el Centro Internacional y la Planta Industrializadora de la Quinua.

El desafío está latente por décadas y, de la actitud que asuman las autoridades nacionales, departamentales y legisladores, será el punto de partida para potenciar la economía orureña y boliviana que bien, se puede complementar con la producción de camélidos andinos -llegando al proceso de la diversificación en ambos casos- para generar un importante valor agregado y mejorar la calidad de vida de la población nacional e internacional con buena alimentación.

La inversión propuesta para dos proyectos que se complementan por estar destinados al aprovechamiento de la quinua de forma científica, con alta tecnología y con valor agregado, supone una inversión de algo más de 28,8 millones de dólares, $us 19.188.124,19 para el Centro Internacional de la Quinua y $us 9.739.449,69 para la Planta Industrializadora de la Quinua, que merecen tener la declaratoria de "prioridad nacional" como única forma de garantizar su ejecución, con recursos provenientes del Tesoro General de la Nación.

No ejecutar los dos proyectos en Oruro, será una nueva muestra de pasividad, nomeimportismo y negligencia de las autoridades, porque las carpetas a diseño final esperan financiamiento que resulta ser hasta irrisorio, con relación a la inversión pública que realiza el gobierno del Estado Plurinacional en otras regiones del país, dónde tienen mayores ingresos, se benefician con proyectos y hasta malgastan fondos en obras que no tendrán el impacto de convertir a Bolivia en el primer y principal exportador de quinua y sus derivados a nivel mundial.

Varios fueron los intentos por concretar un proyecto macro para el tratamiento, beneficio y diversificación de la quinua orgánica, pero no se avanzó mucho como el Centro Nacional de Quinua que impulsa la Universidad Técnica de Oruro (UTO) desde su Dirección Científica y Tecnológica, con un Centro de Investigación en Salinas de Garci Mendoza, declarada "Capital de la Quinua Real" con una ley enunciativa que por muchos años sólo sirvió para tener un rótulo rimbombante que recién ahora podrá cobrar vigencia si tenemos el Centro Internacional de la Quinua que será emplazado en Paria, cantón del Municipio de Soracachi.

La responsabilidad que debe asumir la Brigada Parlamentaria, para impulsar desde la Asamblea Plurinacional de Bolivia una ley que declare prioridad nacional los proyectos del Centro Internacional de la Quinua y de la Planta Industrializadora de Quinua "Thunupa" y de manera inobjetable determine que su financiamiento debe ser efectivo con recursos económicos provenientes del Tesoro General de la Nación, por ser proyectos productivos.

Así los senadores y diputados, salvo alguna excepción, justificarán el pago de sus emolumentos con fondos provenientes de los ingresos que generamos en Oruro por la explotación de los recursos naturales no renovables y el pago de impuestos. Ya no queremos más leyes que por ejemplo "instruyen" la "necesidad pública del desarrollo económico del departamento de Oruro", Ley 2719 que hasta ahora y desde el 28 de mayo de 2004, no deja ni establece ningún beneficio concreto para el desarrollo económico de Oruro.

Otra Ley como la Nº 2512 declara como Patrimonio Natural, Cultural y Biogenético de Bolivia a los Camélidos Sudamericanos, Llamas, Alpacas, Vicuñas y Guanacos, sin asignar nunca un centavo de recursos económicos para lograr el aprovechamiento de la carne, la fibra y los cueros de los camélidos al menos en sus tres principales variedades de la llama.

En el rosario de leyes, no podía faltar otra que hace varios años, en la actual administración de gobierno, aprueba la construcción de una fundición de zinc en Oruro y debe ser instalada en el Complejo Fundidor de Vinto, como alternativa de diversificación de la producción minera aplicando nuevas tecnologías que son el paso final para lograr en Oruro el emplazamiento del Primer Parque Tecnológico a cargo de la UTO, para garantizar la producción de software para así poder exportar conocimiento y generar una macro economía que garantice crecimiento diversificado con una real explotación de las potencialidades del departamento.

Esos enunciados están latentes y quizá ahora sea la punta de lanza el proyecto del Centro Internacional de la Quinua con su Planta Industrializadora "Thunupa", para que el gobierno demuestre que, Oruro también quiere invertir, porque se reclama la presentación de proyectos a diseño final y cuando se presentan, siempre son postergados indefinidamente por titulares de los ministerios de turno.

Está será una forma de mostrar al mundo que los bolivianos sabemos producir alimentos de calidad que apoyarán a sostener la demanda internacional para contribuir a la seguridad alimentaria de diversas regiones del planeta, buscando satisfacer las necesidades de la población donde hay limitaciones de producción y donde se carece del alimento con alto contenido de proteínas.

La producción de la quinua en Bolivia registra 22 variedades del cereal, siendo la más demandada la Quinua Real por encima de la soya y el trigo, debido a la composición y el valor funcional, con proteínas con la calidad nutricional y medicinal, lo que confirma su importancia como el Grano de Oro porque tiene aportes potenciales a la seguridad y soberanía alimentarias, convirtiéndose en un cultivo estratégico debido a su calidad nutritiva, su variabilidad genética, su adaptabilidad y su bajo costo de producción.

La última palabra será del Presidente del Estado que tiene la obligación de disponer un apoyo efectivo en lo económico para ejecutar estos proyectos para el aprovechamiento de la quinua que se produce en el altiplano boliviano, lejos de un manejo político interesado, porque la producción de este cereal al igual que la de camélidos andinos será una alternativa para la economía de todos los bolivianos, reforzando la riqueza que genera la minería en nuestra región.

(*) Periodista