La minería no es "cuestión de suerte" se necesita inversiones y tecnología

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Aunque todavía predomina en ciertos sectores dedicados a la minería, eso de que "para hacer minería se necesita mucha suerte y algo de platita", lo cierto es que en los tiempos de avance tecnológico la idea tradicional se invierte y lo más importante es una buena inversión para desarrollar un buen proyecto, esperando además un buen golpe de suerte.

Muchas "trabas tradicionales" han cambiado, se han anulado y permiten en el tiempo actual el desarrollo de planes de prospección, exploración y explotación de vetas mineras allí donde algunos inversionistas no arriesgaban capitales, porque no tenían "buenas señales" para el negocio minero.

Tanto en la minería privada como en la estatal se han ampliado las condiciones para el trabajo minero, dependiendo en todo caso de las proyecciones técnicas para definir las inversiones y encarar los necesarios trabajos de prospección en base a datos preliminares sobre las posibilidades que facilitan las inmediatas tareas de exploración y que dependen en su resultado del buen uso de tecnología apropiada y el suficiente respaldo financiero, considerando que la minería necesita tiempo y dinero, más una dosis de buena suerte para convertirse en un negocio sostenible.

DIVERSIDAD DE CRITERIOS

Basándose en hechos reales, por una parte y en apreciaciones optimistas más que evidentes por otra parte, los entendidos en la materia exponen criterios muy claros, puntualizando que "no hay política minera nacional" y por lo mismo los pasos que se dan desde el sector oficial, son apenas buenas intenciones que difícilmente podrán concretarse en tanto no se disponga de lineamientos técnicamente preparados para que se cumplan objetivos concretos que sean resultado de investigaciones profesionales que otorguen seguridades para encarar emprendimientos de rentabilidad minera, es lo que no se hace en la minería estatal, por falta de proyectos técnicamente garantizados.

Si bien es cierto que el personal profesional que trabaja en cada empresa del sector estatal se da modos, por las restricciones existentes, para desarrollar "proyectos de avanzada", lo evidente es que la Comibol carece de un programa de desarrollo minero general y menos de planes específicos para cada una de las unidades productivas que están bajo su tutela, aunque de manera teórica, al no existir ningún programa que responda a las necesidades del presente las perspectivas de un obligado sostenimiento están en duda hasta que otro proyecto global encare con seriedad el trabajo de prospección y exploración de nuevos yacimientos mineros.

Según los datos de la propia Comibol, es más de una década que no se habilitó ningún nuevo yacimiento minero, ni siquiera, como dicen dirigentes mineros, el de Mallku Khota que ya tiene una prospección y exploración adelantada a cargo de una empresa obligada a dejar su trabajo por presiones de la comunidad de la zona. De ese yacimiento se mencionó que sus reservas pueden ser tan importantes como las de San Cristóbal. Si así fuese, el tiempo perdido debe ser considerado como una pérdida para la economía nacional y regional y en tal caso deben haber responsables del lamentable perjuicio.

En criterio de los empresarios privados de Oruro, hay preocupación porque "en 12 años de la actual administración de gobierno no se cuenta con una política minera en el país, lo que determina que este importante sector productivo esté a la deriva al no tener planificación y menos preparación de nuevas unidades productivas".

Ejecutivos de la Federación de Empresarios Privados (FEPO) señalan la necesidad de exigir al ministro del ramo actitudes positivas para impulsar la minería del occidente nacional, comentando además que "el actual presidente de Comibol, que en anterior gestión fue ministro del sector, tampoco hizo nada por reactivar la minería y metalurgia del país".

Otro tema abordado por el empresariado orureño tiene que ver con "la larga espera para la instalación de la fundición de zinc en el Complejo Metalúrgico de Vinto y que pese a la existencia de una ley declarándolo de prioridad nacional, no hay autoridad que se ocupe de su ejecución", lo que demuestra una negligencia manifiesta que se traduce como una postergación indefinida de las aspiraciones de la región orureña.

Las declaraciones de diversos representantes institucionales de nuestra capital, coinciden en lamentar la situación de postración en que se desenvuelve Oruro que incluso perdió su ubicación de segundo productor minero del país, que ahora ocupa La Paz, después de Potosí, distrito que concentra en su jurisdicción a las principales empresas de la minería mediana privada y buen número de cooperativas, muchas de éstas últimas confrontando problemas de reubicación para dejar la explotación en el emblemático Cerro Rico, muy dañado en su estructura interior y exterior.

DECISIONES TÃ?CNICAS

Está visto que en tanto se postergue la reestructuración de Comibol y un buen equipo profesional se haga cargo de diseñar y aplicar una renovada política minera, respalda por una Ley debidamente reglamentada, las intenciones meramente enunciativas no funcionan en la minería.

En el tiempo presente, el proceso es necesariamente tecnológico, definido profesionalmente y respaldado con fuertes inversiones para lograr resultados positivos, lo demás no pasa de simples deseos, por supuesto con algunas buenas intenciones, pero objetivamente, lejos de cumplir un cronograma técnico administrativo de ejecución operativa y práctica.

Fuente: Medios. PM.