Filosofar sobre el trabajo

¿Cuál será el objetivo del trabajo?, es difícil definir al trabajo que, según Marx, es una mercancía y única fuerza disponible del trabajador y si este trabajo establece la certeza que sólo se realiza para consumir. El destino de una sociedad que trabaja mucho observa el trabajo como una necesidad y vence con su esfuerzo la desgastante rutina cotidiana y, cuanto más trabaja, mayor es su equilibrio sociológico pues el trabajo tiene relación con el sistema social.

¿Cree el lector que si se trabaja sólo por motivos económicos el trabajo no produce placer y distensión?, los motivos para responder se determinan en los tipos de trabajo debido a que si una persona trabaja en una firma de fama mundial crea para sí un rango o status personal por lo que se puede establecer una diferencia entre el trabajo que es obligado, exigente y no exento de dificultad en su desarrollo y aquél cuya esencia es la búsqueda de la perfección como la música, la escritura y todas las formas de manifestaciones artísticas.

Retomando a la historia, siempre fue difícil definir el trabajo pues se debían considerar aspectos filosóficos, sociológicos y económicos y las definiciones espigadas o elaboradas se han mutado de cultura a cultura, ejemplificando: un fiscal averiguador en la Roma antigua nunca hubiera concebido su actividad como un trabajo sino como un rango social y un status personal, por lo contrario, un fiscal actual observa su desempeño diario como un trabajo.

¿Está abierto el trabajo al futuro?, indubitablemente estamos unidos al celular y a los medios electrónicos para facilitarnos el trabajo o, quizá, nos esclavizan, aunque el valor del trabajo esté unido a la dictadura del trabajo, pero las ambiciones de los humanos pese a las condiciones estrictas, estriban en la fuerza intrínseca de querer rendir más.

Por otro lado, el trabajo que realizamos diariamente asume la calidad de detente en relación a las consabidas y frecuentes depresiones tres veces inferior en correspondencia a los individuos que no lo ejercen.

Muchos individuos califican al trabajo como una bendición otros como su antónimo, pero en realidad puede mutarse en maldición si es superlativamente fatigoso y monótono y deja extinguir la creatividad que es introducir todas nuestras capacidades para que lo que no es, sea. Esas consecuencias, si dominan, desestructuran a mujeres y hombres en lo moral y físico en lugar de fortalecer su iniciativa y perfeccionamiento.

(*) Abogado corporativo, posgrados en Arbitraje y Conciliación, Interculturalidad y Educación Superior, Derecho Aeronáutico, Gerencia de abogados (UCB Harvard), doctor honoris causa (IWA-Cambridge University), escritor