Todos los dÃas se ven conflictos de toda naturaleza, por reivindicaciones salariales, por falta de servicios básicos en las diferentes zonas, amenaza de marchas por la junta de vecinos, por presupuesto universitario, por comerciantes, y otros sectores, con huelgas largas, perjudicando al pueblo, a la gente que vive del trabajo del dÃa, al Estado, un paÃs pobre con huelgas largas.
Continúan los bloqueos, los dirigentes no quieren dialogar, no saben plantear sus demandas y las autoridades no están preparadas para escuchar, dialogar, a los diferentes problemas sectoriales, con su arrogancia ordenan, mandan a reprimir, para eso están entrenados simple y llanamente, por las calles de diferentes ciudades, marchas con el sÃmbolo de la bandera nacional, para hacerse escuchar con las autoridades gubernamentales, gobernaciones, municipios, Tribunal Electoral.
En cualquier ciudad, región de nuestro paÃs, las diferentes organizaciones sociales, bloquean los caminos, para exigir sus demandas, caso de la Universidad de El Alto, debido a la falta de diálogo sincero, de parte de las autoridades que no quieren escuchar las demandas de los estudiantes y docentes de esta casa de estudios superiores, con su alta formación profesional deben utilizar la comunicación, la palabra puede edificar o destruir. Algunas autoridades, cuando no pueden dialogar dejan de escuchar, no les interesa, porque están en el poder, toman decisiones aisladas, sobre las demandas de los sectores de trabajadores, sociales, cÃvicos. Tienen sordera en el oÃdo, están enfermos del oÃdo, por eso no pueden escuchar, piden a gritos para que se arreglen sus problemas, no se tiene la capacidad de escuchar, voluntad, ni disposición de oÃr a la gente.
A veces en la familia no existe conversación, entre hermanos, papás, porque todos están ocupados, apurados, no tienen tiempo para detenerse un momento, esto va pasando todos los dÃas, y se convierte en un hábito negativo, y eso continúa en la escuela, no se fomenta la conversación, sino solamente órdenes de cumplimiento al trabajo práctico, no interesa cómo, sólo cumplir para tener calificación, se trata con frialdad, y no con cariño, con emoción, no existe tiempo para escuchar a la familia, a los hijos, cuando ya son mayores de edad tienen dificultades, peor cuando son autoridades.
Las mentalidad degenerada de las partes no permite escuchar, al contrario, solamente entienden el egocentrismo, individualista, sectario, dogmático, que perjudica cualquier solución positiva, debemos tener mente receptiva, en forma recÃproca, para abrirse a nuevos conocimientos, por no escuchar y conversar, se tiene problemas de toda naturaleza. Para escuchar, nuestras mentes tienen que estar abiertas, libres de toda clase de prejuicios, para crear condiciones de un diálogo, de nada vale la gran formación profesional, con su cantidad de post grados, si no sabemos escuchar, de conocer lo nuevo, vivir la actualidad, hacer lectura en forma objetiva de los hechos.
Aprender a escuchar significa crear confianza en un diálogo de dos personas, ambos deben ser escuchados, hay que estar comprometidos, fomentar preguntas abiertas, que te permiten contar todo los acontecimientos, sobre la realidad en la que se desenvuelven. Escuchar es sinónimo de comprender, entender el problema, debe estar atento con los ojos, con la vista, conocer a profundidad la historia de los problemas a presentarse. Debemos estar interesados en el problema, en la historia, para que nos cuenten lo ocurrido y evitar conflictos futuros.
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