La burocracia un gran problema

Un documento especializado del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), coloca a Bolivia entre una veintena de países como el primero en la práctica de la burocracia cuando se trata de que sus ciudadanos gestionen procesos de diferente tipo en la administración pública. En Bolivia el trámite más sencillo demora casi doce horas para concretarse. El país en el que se elimina la burocracia es Chile, donde un trámite sencillo es atendido en dos horas.

La mención por supuesto tiene característica de promedio, pues por las denuncias de muchos afectados, hay trámites en las entidades públicas que duran semanas y en muchos casos se cuentan meses, por ejemplo la concesión de autorizaciones para el funcionamiento de nuevos negocios, transferencia de bienes muebles o de vehículos, cierto pago de impuestos o inscripción en registros de orden tributario.

Es evidente la práctica de lo que se llama "burocracia institucionalizada" en la medida que aumentan los "clientes" en busca de solucionar problemas o poner en marcha nuevos emprendimientos. Se forman largas filas que avanzan lentamente en la medida que los empleados dinamizan sus servicios personales, de ahí que el "vuélvase mañana", se convierte en obligado cumplimiento para el ciudadano que nada puede hacer para romper ese círculo vicioso burocrático.

Siguiendo el ejemplo de otros países, se trata de simplificar los trámites pasando al sistema "on line", con computadoras y programas especiales que en algunas entidades avanzan más que en otras y sencillamente, con más complicaciones para una mayoría de ciudadanos que no conocen o no saben cómo funciona el complicado método para hacer tramites a través de la pantalla y utilizando un teclado, que en la mayoría de los casos son instrumentos totalmente desconocidos para los preocupados ciudadanos, deseosos de cumplir sus obligaciones, pero atemorizados ante el método on line, que por razones obvias aumenta ahora una burocracia "digitalizada".

En el caso de algunas entidades públicas se indica que un trámite digital, le cuesta al Gobierno hasta un 98 por ciento más barato que un trámite presencial, pero no se toma en cuenta que posiblemente en la misma proporción sube el gasto para el contribuyente que debe acudir a "terceras personas" que le cobran por entrar y realizar la gestión en línea.

Según el BID, solo tres países en América Latina han logrado imponer un 50 por ciento de sus trámites en línea, son Brasil, Uruguay y México, pero increíblemente ni siquiera con ese sistema han bajado el tiempo promedio de terminar un trámite, en tanto que en el caso de Chile, se logró sistematizar las gestiones, eliminando la burocracia, exigiendo eficiencia de los empleados y disciplina del ciudadano.

Parece que las cosas pueden mejorar en la medida que se capacite a los funcionarios, bajo permanente control y con alternativas de incentivos de reconocimiento, otorgados oficialmente y no discrecionalmente. Algo debe funcionar sin complicar "en línea" a los ciudadanos que hacen trámites.