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Viernes 06 de julio de 2018

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Perspectiva Minera

Residuos minerales en superficie

06 jul 2018

Parte II Por: Dionisio J. Garzón M. (*)

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Los residuos minerales en superficie siempre llamaron la atención por la posibilidad de utilizarlos como nuevos recursos minerales; su posición privilegiada y la posibilidad de explotarlos a costos mínimos siempre fueron un aliciente para las empresas mineras que buscaron, sobre todo en tiempos de "vacas flacas", la posibilidad de integrarlos al circuito productivo.

En los años 80 y 90, la Corporación Minera de Bolivia encaró la evaluación del patrimonio de estos residuos heredad de las minas de los "Barones del Estaño" que, por la baja recuperación de sus ingenios metalúrgicos y las altas leyes de los minerales en las vetas en los tiempos primeros de la minería nacional, produjeron residuos que, para la tecnología del siglo XX, eran una inequívoca posibilidad de explotación rentable de los metales contenidos.

Posteriormente en el periodo de apertura al capital privado que caracterizó al llamado "periodo neoliberal" de la economía nacional, se dieron las condiciones para intentar lo que se llamaron "Joint Ventures" (JVs por sus siglas en inglés) o proyectos de riesgo compartido con el capital privado. Hubo una primavera de buenos deseos y de intentos en los primeros años de la década del 90, llegaron al país empresas interesadas en el portafolio que Comibol ofertaba y se iniciaron los estudios de factibilidad económica preliminar (PEA por sus siglas en inglés): Los Relaves del Ingenio de Colquiri fueron estudiados por la canadiense Minproc, los relaves de Telemayu-Santa Ana por la anglo-irlandesa Pan Andean, los Relaves del Ingenio de Itos en Oruro por la canadiense Hughes Lang (HLX), entre las principales.

Paralelamente Comibol, aunque no los ofertaba todavía, había evaluado dos acumulaciones naturales de escombros que tenían gran perspectiva por sus dimensiones: los depósitos coluviales (de ladera) o "pallacos" del Cerro Rico de Potosí y la Morrena Cotani (depósitos de origen glaciar) en las faldas del yacimiento estannífero de Chorolque en el suroeste potosino. Los "pallacos" evolucionaron a un proyecto integral de la zona periférica del Cerro Rico y dieron origen a uno de nuestros proyectos estrella San Bartolomé de Inti Raymi S. A., subsidiaria de la estadounidense Coeur D´Alene. Cotani está bajo control de Comibol con su potencial de 349.514 toneladas finas de estaño que podrían recuperarse con la tecnología actual.

Cada una de estas aventuras tuvo una historia diferente, fueron más los éxitos que los fracasos, que sí los hubo por efecto de la inestabilidad política de nuestro país en aquellos años y por el desfavorable nivel de precios de los metales en la coyuntura: estaño $us 3,20/LF (libra fina), plata $us 5,50/OT (onza troy), zinc $us 0,70/LF, oro $us 375/OT), que presionaron desfavorablemente los resultados de los PEA de algunos de los emprendimientos. San Bartolomé, sin duda, es una muestra de alta tecnología y rendimiento al tener una capacidad de producción de plata metálica del orden de los 6 millones de onzas/año. El proyecto de Itos en los años posteriores y con operadores privados (Barex Empresa Minera S. A. Baremsa, Empresa Minera Unificada S. A. Emusa) logró ser una operación rentable por varios años. La aplicación de las nuevas tecnologías de lixiviación de minerales oxidados, también permitió implementar plantas de tratamiento tanto estatales (Plahipo) como privadas (Comco), las cuales trataban cargas oxidadas de desmontes de las zonas altas del Cerro Rico, Porco y minas aledañas. Esto cambió el nivel tecnológico de la metalurgia en el país y permitió la explotación de residuos minerales que de otra manera seguirían siendo parte del paisaje de los distritos mineros respectivos.

Continuará.

(*) Ingeniero geólogo,

ex Ministro de Minería

y Metalurgia

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