Los jóvenes se preguntan qué es el amor y aún más el de pareja. Ciertas escuelas, medios de comunicación y hasta muchos padres de familia les enseñan tristemente que para conquistar es necesario llenarse de regalos costosos, ser un empresario exitoso, tener una cuenta bancaria hinchada de dinero, ser el más guapo/a y tener un cuerpo escultural.
Desafortunadamente, no se enseña que una vez que la intimidad sexual se involucra en la relación -antes de que exista un compromiso verdadero que sea para toda la vida-, lejos de acercarlos, los pone en más riesgos.
Una y otra vez se vende la idea de que, como en las matemáticas, "el orden de los factores no altera el producto", cuando es todo lo contrario. Los muchachos se la están creyendo y están comenzando sus relaciones al revés. Primero la luna de miel y ya después vemos si funcionamos.
Esto que es una realidad está destruyendo muchos corazones y está confundiendo. Lleva a tomar decisiones equivocadas.
Si todos lo hacen, ¿significa que está bien? No se dejen engañar. Lo común no significa que sea lo normal. Nuestros cuerpos poseen una dignidad que merece ser reconocida y respetada. Jóvenes, sobre todo los que desean comprometerse en el amor, no se dejen llevar por modas o por la presión social del mundo.
La intimidad es fruto-consecuencia- del verdadero amor, del conocimiento y de la aceptación incondicional mutua, del amor que es comprometido y para siempre. "Hacer el amor" es maravilloso. Es un regalo de la vida porque Dios mismo lo creó y hasta le dio "un toque de placer".
Cuando de verdad reconozcan y valoren lo que el verdadero amor es y lo que amar significa, se darán cuenta de que muchas veces tendrán que nadar contra corriente por algún tiempo y no dejarse llevar ni por sus amigos ni por sus instintos. Aunque se necesita de mucha fortaleza para lograrlo, es totalmente posible hacerlo.
Tan solo piensen que la recompensa al final será haber encontrado un amor con cimientos sólidos, un amor que será para toda la vida. Este amor así es real, sí existe y ustedes lo podrán tener en sus vidas si saben esperar con paciencia, redirigiendo sus pasiones hacia un bien mayor.
Para conquistar el amor real y maduro es preciso que caminen juntos como pareja, paso a paso por la vida viendo hacia una misma dirección. Que tengan un proyecto en común, valores afines y, lo más importante, un compromiso sólido que va mucho más allá de sentir mariposas en el estómago.
El crecimiento en el amor es el fruto de cada día. Para lograrlo es necesario triunfar sobre el egoísmo y abrir por completo nuestro corazón para todo lo que es bueno, bello y verdadero y cerrar las puertas a todo aquello que nos pueda llevar a la indiferencia, a la envidia, al egoísmo y al orgullo, pues todo esto puede llegar a separar a quienes un día se entregaron por amor.
Existen áreas que nunca hay que descuidar en una relación para que esta crezca en el amor y desde el amor.
Comunicación efectiva y afectiva. Trabajen en desarrollar esa capacidad de saber identificar y expresar sus sentimientos e ideas y en validar y entender los de su pareja. Muchas veces será más necesario escuchar que hablar.
Compartan valores vitales. Hay valores que sencillamente no son negociables. Es muy importante que sus valores sean medios de unión y crecimiento. Una relación en donde estos sean muy distintos difícilmente llegará al éxito.
Compartan gustos y hasta disgustos. A ti te encanta el fútbol y a ella el baloncesto. A ella le encanta salir a bailar y tú prefieres el cine. Es muy importante que compartan gustos e intereses y que aprendan a gozar de lo que al otro le gusta.
Fuente: aleteia.com
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