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Sábado 30 de junio de 2018

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Revista Tu Espacio

ODONTOLOGÍA

Cuidado odontológico para niños con labio leporino o paladar hendido

30 jun 2018

Fuente: Dr. José A. Canaviri Vigabriel - exclusivo para Tu espacio

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El labio leporino es causado por el fracaso del tejido del labio para unirse antes del nacimiento durante la cuarto a la séptima semana de embarazo. La causa de hendiduras oro-faciales generalmente se desconocen, sin embargo, la combinación de los genes y otros factores de riesgo, tales como desequilibrios hormonales, deficiencias nutricionales y ciertos medicamentos que se toman durante el embarazo pueden ser causas.

Otros factores de riesgo que aumentan las probabilidades de tener un bebé con una hendidura oro-facial son el tabaquismo, la diabetes y el uso de ciertos medicamentos para tratar la epilepsia durante el primer trimestre del embarazo.

El grado de severidad de la hendidura determina el número de cirugías a las que se tendrá que someter el niño en el futuro, ya que además de un equipo de cirujanos se requerirá primordialmente de un ortodoncista. Con los avances de la tecnología actual y los aparatos de los que se dispone es posible que quienes padecen estas deformaciones tengan una vida relativamente normal.

Los niños que nacen con labio leporino o paladar hendido tienen una consecuencia clara: las derivadas de tener una anomalía estética. Pero, además, tienen una serie de complicaciones añadidas tales como:

Dificultades a la hora de comer: la hendidura presente en el paladar complica la alimentación de los niños que lo padecen, pues supone un problema en el proceso de succión. Infecciones habituales de oído que, debido a su recurrencia, pueden derivar en una pérdida de audición. Complicaciones en la erupción dental en caso de que la fisura se prolongue a lo largo de la encía. Dificultades en el habla que, en muchas ocasiones, deben ser tratadas con la ayuda de un logopeda.

Además, en algunos casos de hendiduras que revistan más complejidad está recomendada la colaboración de otros profesionales tales como logopedas que ayuden al niño a pronunciar correctamente todos los sonidos, así como ortodoncistas que induzcan el correcto desarrollo del maxilar superior y corrijan las posibles malposiciones dentales derivadas de los problemas de erupción.

El hecho de tener una malformación facial puede afectar a la autoestima del niño y, por lo tanto, a su manera de relacionarse con otros niños o de desarrollar su personalidad. Por ello, es de vital importancia que el niño se vea reforzado en casa o, en caso de que sea necesario, acuda a un psicólogo que le ayude a gestionar sus relaciones sociales.

Por todos estos factores, afirmamos que estas cirugías requieren de un enfoque multidisciplinar, entre cirujano, ortodoncista, logopeda, psicólogo y nutricionista (en el caso de problemas alimenticios).

Fuente: Dr. José A. Canaviri Vigabriel - exclusivo para Tu espacio
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