El drama de los jubilados

La situación de miles extrabajadores que hace tiempo se acogieron al supuesto beneficio de la jubilación, no han recibido en compensación a sus aportes de muchos años, lo que en realidad debería corresponderles después de haber puesto su fuerza laboral, intelecto y voluntad al servicio de varias empresas, particulares y algunas estatales, al punto que las rentas que actualmente perciben no cubren sus más elementales necesidades.

Todos los años y en función a las medidas que dicta el Gobierno o las que fueron aplicadas en pasadas gestiones, son apenas un paliativo ridículo para compensar supuestamente el desequilibrio que anualmente se profundiza en relación al valor de la renta que perciben y las obligaciones que tienen, en muchos casos para ayudar a la economía familiar. El incremento porcentual a las rentas es realmente pobre y vergonzoso en su aplicación, cuando se trata de jubilados con rentas inclusive por debajo del salario mínimo vital vigente.

Se emitieron leyes en busca de nivelar con justicia las rentas exiguas, sin embargo primaron condiciones sectarias que invalidaron algunas buenas intenciones y el resultado a la fecha es que los aumentos actuales, no tienen relación con los desproporcionados aumentos que se aprueban "políticamente" en cada gestión.

Como señalan dirigentes del sector de jubilados, aún se aplica la misma fórmula inversamente proporcional, pese a que la misma ha cumplido con el objetivo para la que fue modificada y que hasta ahora castiga duramente a los trabajadores que se jubilaron en el anterior sistema (Senasir) y que deben soportar el injusto trato de una norma incompetente, frente a regulaciones del nuevo sistema que reconoce mayor nivel porcentual a los restringidos jubilados, que tienen que esperar además bastante tiempo para recibir su limitada compensación.

No hay justificada razón para que continúe la desigual atención en el pago de incrementos a los jubilados. Ni la COB, ni las autoridades de Gobierno, ponen atención a los pedidos del sector más depauperado de los extrabajadores jubilados. El problema de las rentas se atiende cuando los cansados rentistas protagonizan medidas de presión, poniendo en riesgo su vida, cuando realizan huelgas, paros y marchas forzadas, acciones que las autoridades parecen esperar para anunciar los ínfimos reajustes en las rentas mensuales.

En criterio de los extrabajadores, ahora jubilados, el Gobierno debe disponer de un "incremento lineal", de acuerdo con la condición a la que pertenecen y eliminar el sistema inversamente proporcional, ahora totalmente perjudicial y una afrenta a quienes pasaron a la jubilación cumpliendo una serie de requisitos y esperanzados en recibir en su vida de descanso por lo menos una renta lo más próxima posible al 90 por ciento de aumento que se concede a los activos, parece exagerada la petición, empero la distribución lineal está muy próxima a poco más del 5 %. Esa sería una solución real y equilibrada.