Sábado 23 de junio de 2018
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Hace pocos dÃas se informó que investigadores de la Universidad de CoÃmbra, Portugal, comprobaron que hay similitud en los mecanismos de expresión de una persona enamorada y la de un apasionado por el fútbol. Se afirma -esto sà que es notorio- que "el fútbol despierta emociones, a veces irracionales, que cruzan la frontera entre el amor tribal y el fanatismo". En un comunicado de la citada Universidad se añade que se comprobó "que los circuitos cerebrales que se activan en los hinchas del fútbol son los mismos que en los románticos enamorados".
Sea confirmada o no esta teorÃa, lo evidente es que son muy pocas las personas que quedan indiferentes ante un campeonato mundial de este deporte que, como afirma R. Mauricio del Olmo ColÃn en la Revista Cuadrivio (02.06. 2014), es para pobres, gordos, feos, débiles, incluso para solitarios; y "también es para la clase media y la alta, para los intelectuales que no abominan la idea de ser masa un momento, para galanes atléticos que satisfacen sus fantasÃas de estrellato con un par de buenas jugadas semanales, para fortachones ganadoresÂ?". "Sin duda -dice- lo más hermoso del fútbol es que es para todos". Y tan es asà que, el actual campeonato mundial de este deporte que se está disputando en Rusia, despierta la expectativas de los aficionados en todo el mundo -estén o no sus paÃses entre los que pugnan por la corona mundial-, y se enfervorizan y siguen los juegos con gran expectación, sufriendo o gozando con los resultados de cada partido.
Quedar fuera del campeonato mundial de fútbol, como tan repetidamente le sucedió a Bolivia -sólo participó en tres torneos del mundo (1930, 1950 y 1994)- causa gran tristeza y frustración. Pero también es cierto que en los aficionados queda el fervor y el aliento a otros equipos favoritos para ganar el torneo.
La pasión popular futbolera no ha pasado desapercibida por gobiernos, mandatarios y partidos polÃticos. Están conscientes que el ánimo popular cambia cuando hay fracasos deportivos, y que la alegrÃa estalla cuando triunfan los deportistas nacionales. Por ello, varios mandatarios no vacilaron en mostrar su afición futbolera y hasta salieron a las canchas para mostrar sus aparentes habilidades en este deporte favorito de las masas.