Sábado 23 de junio de 2018
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Estamos viviendo un proceso que proviene de hace muchos años atrás y que con ciertas variantes, primero tÃmidamente planteadas e igualmente admitidas, se han ido profundizando en nuestro paÃs al punto que en la actualidad, representan los más altos porcentajes en lo que corresponde a nuestra deuda externa, por una parte, por otra la saturación de nuestro comercio y al contrario la más baja en cuanto a la exportación de nuestra producción, a lo que se suma la presencia de visitantes asiáticos que se acomodaron por miles en nuestro territorio.
Para decirlo claramente, se trata de la presencia china en Bolivia, aprovechando un factor que tiene que ver directamente con las relaciones bilaterales entre nuestro gobierno y el de la República Popular de China. Se trata de un "intercambio" comercial, si asà puede llamarse a la situación que en varios años se ha convertido en el de más alto porcentaje de penetración en nuestro mercado nacional, de toda suerte de mercaderÃa, desde equipos electrodomésticos, ropa, especialmente textiles y zapatos, algo de la denominada "ropa usada" y bastante de mercaderÃa de bisuterÃa, adornos e incluso algunos productos comestibles, que llegan al paÃs a través del sistema legal de importación que cumplen comerciantes bolivianos, muchos que prefieren trasladarse directamente al paÃs asiático y hacer compras al por mayor. Otra forma en que los productos chinos llegan al comercio nacional, es por la vÃa del contrabando, que además elude el pago de impuestos y se convierte en la más dura competencia para el trabajo de la mediana y pequeña industria de nuestro paÃs. A la inversa, lo que exportamos de Bolivia, es realmente insignificante, lo que podrá incrementarse en cierta proporción, una vez que se concrete la venta de café y quinua nacional.
Fuente: LA PATRIA