Intereses "explosivos"

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Un conflicto de intereses familiares y personales primó para originar las explosiones del 10 y 13 de febrero de este año, y que ambas tendrían vinculación.

Esa fue la afirmación que realizó ayer el ministro de Gobierno, Carlos Romero Bonifaz, durante su presencia en la ciudad de Oruro, con motivo de la creación del Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando, que se realizó en la Segunda División de Ejército.

La autoridad se refirió en la ocasión acerca de este tema que aún no fue esclarecido, sin embargo, la hipótesis más cercana es la que mencionó el ministro Romero, que se trataría de un conflicto de intereses familiares y personales, además que ambos tendrían una estrecha relación.

"Es un conflicto de intereses el que ha motivado esa acción criminal. En el segundo caso es un intento de obstrucción a las investigaciones y un amedrentamiento que ha motivado ese nuevo hecho criminal", manifestó.

Por otro lado, afirmó que en días precedentes se hará una evaluación, no especificó la fecha. Argumentó que ese análisis será realizado en forma coordinada con la Fiscalía General del Estado, una vez que se tengan los informes complementarios.

ANTECEDENTES

El sábado 10 de febrero, un poco después de las 18:00 horas una fuerte explosión ocurrió a una cuadra de la Entrada del Sábado de Peregrinación del Carnaval de Oruro, en las calles Backovic y avenida del Ejército.

A la fecha se desconoce el tipo de explosivo que se utilizó en la ocasión, sin embargo, cobró la vida de ocho personas y dejó el saldo de 40 personas heridas.

El 13 de febrero ocurrió la segunda explosión en las calles Caro y Backovic, a una cuadra del lugar del siniestro, cuando los peritos aún recababan información de la primera explosión. En esa ocasión el estallido fue a las 18:00 horas aproximadamente. Cuatro personas murieron y al menos una quincena de personas resultaron heridas.

De este caso, una sola persona está con detención preventiva en el penal de San Pedro, como es Juan Carlos Herrera, concubino de una de las víctimas.

Fuente: LA PATRIA