Si los líderes quieren, es que pueden

Está visto que cuando los líderes quieren, pueden llegar a concretar incluso los objetivos que se mantenían como intocables y sumamente complejos, es que la voluntad conjunta y la fuerza de una dinámica realista y apropiada al tiempo en que vivimos, puede cambiar los moldes de orden conservador, atrasado, egoísta y atrabiliario.

En el último tiempo han surgido ejemplos de una dimensión inesperada, cambiando sistemas, ideas y posiciones que mantenían en vilo a la comunidad del globo, con una amenaza latente de que pueda desatarse la tercera guerra mundial, con toda la secuela de dolor, muertos, heridos y grandes daños, que mostrarían una vez más las oscuras intenciones de expansionismo, de dominio y de intolerancia que ya no pueden desarrollarse, en tiempos en que los líderes cambian sus razonamientos y son capaces de intercambiar ideas y propósitos en un marco de convivencia pacífica, sin dañar la tierra, el mar y la propiedad de eventuales enemigos antagonistas.

Entre los más recientes ejemplos está la reunión "cumbre" celebrada entre el líder norcoreano Kim Jong-un y el presidente de Estados Unidos Donald Trump, dos personajes de la política internacional que hasta meses atrás intercambiaban insultos y proferían amenazas que en su destino ponían en riesgo la paz de una parte del continente, pero que por sus características podía extenderse a un extenso territorio, que en gran parte de su ubicación geográfica nada tenía que ver con las potencias en conflicto.

Los dos líderes hablaron más de tres horas en una cumbre histórica a cuyo final dieron muestras de un marcado optimismo por la paz y hasta anunciaron una declaración conjunta que refleje los compromisos y las buenas intenciones de ambas partes, por tratar los conflictos armamentistas, en un marco de diálogo y mutuo respeto. La relación de hechos recuerda que la reunión fue la primera entre mandatarios de ambos países tras 70 años de confrontaciones a raíz de la guerra de Corea.

Si entre esos líderes se avanzó positivamente, se espera que fructifique y se haga realidad el deseo de Vladímir Putin, el presidente ruso, que expresó pública y abiertamente su deseo de celebrar una cumbre con su colega Donald Trump, el mandatario de los Estados Unidos. Un encuentro que también lo insinuó el controvertido gobernante de la potencia norte, señalando que "hay muchas cosas que deben tratarse, para limpiar argumentos que empañan sus relaciones".

La posibilidad de un encuentro entre los mayores líderes de la política mundial puede concretarse en cualquier momento, las condiciones son propicias para que ambos mandatarios profundicen en los temas de orden internacional, que quiérase o no, involucran "de refilón" a todos los países que de uno u otro modo son dependientes de aquellos más grandes que ejercen desmesurado dominio, en función de ciertas condiciones que les interesa en los países en desarrollo.

Está visto que en estos tiempos se imponen nuevas formas de crecimiento que están siendo moldeadas, ya no en el poder, sino más bien en la fuerza conjunta de países que pueden desarrollarse sin atacarse, beneficiando a la órbita de naciones que se suman a los propósitos de paz, concordia e integración. Si los líderes quieren, es que pueden�?y el ejemplo es objetivo.

Fuente: LA PATRIA