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Viernes 15 de junio de 2018

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Perspectiva Minera

Sin nuevos yacimientos la minería boliviana se mantendrá hasta agotar los tradicionales

15 jun 2018

Por supuesto que se trata de una visión negativa pero absolutamente realista � No se cuentan los megaproyectos, lo que faltan son nuevos emprendimientos

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Cuando se trata el tema de la minería boliviana, desde el nivel oficial, se menciona un par de proyectos, como si los mismos fueran parte de una respuesta a las necesidades de encarar una verdadera "reactivación" del importante sistema productivo nacional, explotando la riqueza minera, pero en nuevos emprendimientos que reemplacen a los tradicionales, que gracias a La Providencia, todavía siguen siendo parte del sostén financiero nacional.

Evidentemente y aunque ha transcurrido mucho tiempo, dos proyectos que se consideran en el rango mayor están en proceso de consolidarse como parte de la mega producción minera, el caso del litio en el salar de Uyuni con más avance que el otro que se desarrollará en la zona oriental en el yacimiento de hierro del Mutún. Ambos son los proyectos de mayor fortuna en materia de minería, por su inversión, como por los réditos que de ambos se espera y que se constituirán en factores elementales del sostenimiento de la economía nacional.

Si se tratara de las dos únicas alternativas en materia minera, sin ninguna otra posibilidad de explotar recursos naturales mineros no renovables, la situación obligaría a centrar la atención en esas únicas opciones, pero resulta que, por los datos que existen, nuestro país es rico en recursos mineros, diseminados en varios departamentos, con mayores o menores posibilidades en cada uno de ellos, de tal suerte que las definiciones corresponderían necesariamente a los procesos de prospección y exploración que se efectúen y establezcan las condiciones propicias para emprender inversiones y el desarrollo de nuevos emprendimientos de una minería renovada y sostenible en el tiempo.

Los grandes proyectos son importantes, pero no son los únicos, aunque por las características de su potencialidad, como el caso del litio, colocan al país como el de mayor reserva mundial en sus salmueras, por lo mismo con un porvenir excepcionalmente válido en materia de rendimiento económico, siempre y cuando se entre en el círculo apropiado de la competencia con los otros países vecinos, también custodios de importantes reservorios de litio.

El caso del hierro en el otro extremo del país y colindante con el Brasil, se perfila la construcción de una moderna siderurgia, en la que se transformará la materia prima en fierro y en acero, compitiendo con el vecino, luego de cubrir la demanda nacional de los materiales que se producirán en una provincia cruceña y que por el potencial del yacimiento, permitirá un largo periodo con fuentes de empleo seguras, ingresos vía impuestos y regalías, pero sobre todo la diversificación de parte de nuestra industria primaria.

Observadores del tema, consideran el litio y el hierro, como las bendiciones mineras por la calidad de los reservorios y la cantidad del material que podrá ser extraído e industrializado durante varios años, seguramente como sustituto de la riqueza gasífera y de hidrocarburos que tiende a disminuir paulatinamente.

No se deberían comenzar los procesos de explotación, industrialización y comercialización del litio y sus productos derivados, sin antes establecer con mucha claridad programas de reserva industrial, diversificación del sistema y uso de la riqueza natural, para concretar proyectos perecederos en el tiempo tomando en cuenta que en materia de minería hay "ciclos" especiales con marcados altibajos en cotizaciones, lo que repercute en los planes de producción, por lo que es imperioso adoptar previsiones en tiempos de bonanza, para soportar las dificultades en periodos de "vacas flacas".

FALTA DE PROYECTOS

Para el Estado y de manera directa para el ministerio sectorial y la empresa minera estatal debería ser seria preocupación el hecho de que en los últimos años (más de una década) no se hayan definido nuevos proyectos mineros, precisamente por la falta de incentivos diseñados con oportunidad y con una proyección que valore el tema de inversiones, que en minería son altos, pero además el tiempo que se emplea en un plan de prospección, exploración y en su caso poner en práctica el desarrollo de un nuevo yacimiento. En nuestro país todavía no hay seguridades legales para los emprendedores.

La minería en cualquier instancia de inversión, privada, estatal, cooperativizada o de orden societario, implica el desarrollo de un proyecto preliminar, en base a una prospección de mucho detalle y el cumplimiento de una exploración dirigida a la comprobación de la existencia de yacimientos suficientemente "cargados" que alienten el trabajo de explotación en condiciones previstas para compensar los gastos que exige el negocio minero en su generalidad.

En la actualidad no hay nuevos proyectos mineros en ninguno de los sectores que están cumpliendo un proceso rutinario y regular de explotación de las áreas concedidas, confrontando en algunos casos, el avasallamiento de comunarios y la obstrucción de tareas productivas con un perjuicio latente que altera las reglas de juego que- supuestamente- garantizan las inversiones y las actividades mineras. Varios casos denunciados oficialmente, no han merecido reacción y atención inmediata de autoridades, por lo mismo se han convertido en factores vigentes que conspiran solapadamente contra la buenas intenciones de invertir en minería.

Mientras en nuestro país se demora indefinidamente la elaboración, análisis, aprobación y aplicación de una política minera renovada, particularmente en el ramo tecnológico, en los países vecinos, con programas de incentivo y una serie de regulaciones legales, se atraen a los más grandes inversionistas y se logra el desarrollo de grandes proyectos de alta minería productiva.

Es increíble, pero a la falta de política minera, se suma la imposibilidad de utilizar adecuadamente la Ley Minera 535, promulgada en mayo del 2014 y que desde entonces no tiene reglamento y tampoco un sistema tributario que sea parte de las garantías que se ofertan a los inversionistas.

Para colmo de los colmos, la empresa estatal minera, otrora la más fuerte en materia económica y reguladora de las actividades mineras, actualmente se debate en la incertidumbre de un esquema administrativo altamente burocrático y carente de iniciativas para reactivar la minería boliviana. Bajo este cuadro realmente preocupante, la minería está a la deriva, una afirmación de expertos en la materia.

Comentarios. Medios. PM.

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