Jueves 14 de junio de 2018
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No sorprendió que la mayorÃa de los miembros de la OEA, especialmente los del Grupo de Lima, hayan promovido que se desconozca la reelección de Nicolás Maduro y se condene al régimen chavista corrupto que viola los derechos humanos, vulnera la institucionalidad republicana y es causante de la más aguda crisis económica en la historia venezolana. Se planteó, asimismo, la apertura del proceso de suspensión de la membresÃa de Venezuela, de acuerdo con la Carta Democrática Interamericana.
Los debates en la Asamblea sobre el proyecto de resolución condenatoria contra el régimen venezolano fueron ásperos. La defensa venezolana, a cargo de su agresivo canciller, ante la imposibilidad de justificar las tropelÃas del chavismo, apeló al agravio. Pero en la discusión sólo fue apoyado por un par de paÃses, entre estos Bolivia, de los 35 que integran el organismo.
Sin embargo, por ahà se afirma que los que promovieron la censura contra Venezuela y su suspensión del organismo fracasaron al no reunir los votos requeridos para la exclusión inmediata del chavismo. Estos son los que se resisten a admitir que hubo para ellos una clara derrota en la OEA, pues Venezuela sólo tuvo el respaldo de exiguos votos: entre ellos el de Bolivia, el único paÃs sudamericano. Pero hubo más: los antiguos aliados de chavismo, como Ecuador y la República Dominicana, se abstuvieron, y lo impensable: el régimen sandinista votó en blanco la resolución de condena al régimen de Maduro.