Chile debe una fortuna a Potosí

El planteamiento jurídico más incongruente del último tiempo, lo tiene Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, pretendiendo demostrar que las aguas del Silala corresponden a un "curso de agua internacional" y lo que corresponde es su "uso equitativo y razonable con Bolivia", desconociendo de ese modo que ese curso de agua proviene de las vertientes ubicadas en una provincia del departamento boliviano de Potosí, desde donde son transportadas por un sistema artificial de varios kilómetros de tubería que instaló Chile para llevar a su territorio el agua del Silala.

No se puede pensar ni remotamente, según explican los expertos, que se quiera mostrar un río inexistente, mientras las aguas que surgen de una vertiente natural discurren en el mismo territorio boliviano, pero son desviadas ya en territorio chileno a través de una captación extra natural, en un claro, abusivo e ilegal desvió del elemento líquido que consumen miles de chilenos en la zona norte de ese país.

El tema ha sido reportado entonces en esas condiciones y es parte del contenido que fue elaborado por comisionados de ambos países, para solucionar el problema del uso de las aguas del Silala ante la decisión que en ese tiempo adoptaron las autoridades del distrito de Potosí, anunciando el "corte" del curso artificial de agua que implementaron los chilenos, rechazando además la sugerencia chilena de dividir el uso de las aguas bolivianas en proporciones iguales. El texto del documento consta en archivos oficiales y se publicó en el libro "Recursos hidráulicos de Bolivia" del autor Antonio Bazoberry Quiroga.

El atrevimiento chileno es la prueba más clara del uso indebido que dan a las aguas de Bolivia, que no son parte de ningún río y que fehacientemente se ha demostrado que emergen del subsuelo en territorio boliviano y que se transportan arbitrariamente al territorio del norte chileno. No se suscribió ningún documento, pero quedó muy clara la posición de los vecinos al mostrar su acuerdo por el pago de un 50 por ciento de los recursos hídricos en cuestión.

Bolivia ha esperado con sobrada paciencia y consideración una respuesta correcta y real por parte de Chile sobre el uso arbitrario que hace de las aguas bolivianas que son desviadas hacia su territorio, situación que se admite en Bolivia, por un sentido de solidaridad extrema, con mucha gente que confrontaría graves problemas si se aplica el corte legal en el suministro de agua que sirve en Chile para consumo humano y para el movimiento de muchas industrias.

Pese a situaciones tan concluyentes Chile insiste con su petitorio ante la CIJ, en La Haya. Bolivia no ha descuidado el tratamiento y seguimiento del delicado asunto, habiendo logrado una ampliación de plazo para presentar la contramemoria hasta el 3 de septiembre próximo, sin embargo para efectuar intercambio de opiniones y ajustes al documento de respuesta que será analizado en nivel superior entre los días 16 y 17 del presente mes en La Haya, considerando que entonces se definirá la estrategia que apunta a fortalecer las pruebas que tenemos sobre nuestra propiedad en el manantial de Silala, ubicado en el cantón Quetena de la provincia Sud Lipez del Departamento de Potosí.

Las cuentas que pudiesen establecerse por el uso de aguas bolivianas por parte de Chile, sumarían un millonario presupuesto que por efecto de justicia, corrección y equidad debe recuperar el Estado boliviano para del departamento de Potosí.

Fuente: LA PATRIA