Un reciente programa realizado días atrás, mostró, si no todas las deficiencias del sistema, por lo menos las más notorias, que son parte de la cotidianidad que deja al desnudo un sistema propiamente obsoleto y que sin embargo, todavía funciona, menos mal, para dejar la ciudad "más o menos limpia".
En el problema hay muchos elementos que confabulan contra el programa de limpieza y que de manera muy concreta son prácticamente difíciles de solucionar, en las actuales condiciones en que trabaja la Empresa Municipal de Aseo, EMAO, la misma con un parque limitado de carros basureros, la mayoría deberían estar fuera de servicio, pero la "mecánica nacional" permite que todavía funcionen. Hay muy pocos contenedores en la ciudad, de modo que sólo quedan las esquinas como sitios naturales para depositar desechos y escombros. Los pocos basureros que utilizan las y los barrenderos de la empresa, son tan pocos que tampoco solucionan el depósito temporal de basura.
Otro problema es la falta de un programa de recojo de basuras por barrios, días y hasta horas, para que la gente espere los carros y entregue sus bolsas, sucede, pero a medias y no siempre de manera regular. Es que no se puede pedir más si no hay vehículos habilitados.
La otra gran falla es atribuible y hay que decirlo claramente, a la indisciplina ciudadana, un factor negativo que atenta contra el ornato, la salud ciudadana y causa doble problema a la empresa encargada del recojo de basuras. La gente deja las bolsas de basura donde le resulta más cerca o más práctico, lo del carro le importa muy poco y menos el desastre que ocasionan los perros vagabundos que hacen estragos con las bolsas de basura.
La otra parte negativa y que merece una drástica sanción es el depósito de escombros en la vía pública, en las aceras y las calzadas, sin importar a los infractores las molestias y el peligro a que exponen a los viandantes en esos sectores donde se realizan construcciones y se depositan escombros por una parte y en la otra se acumulan materiales como ladrillos, fierros y cemento, sin ninguna consideración y respeto por los espacios públicos, lamentablemente EMAO, finalmente debe limpiar los escombros. En estos casos, propietarios de inmuebles en los que se identifiquen estas transgresiones deberían ser objeto de fuertes multas y responsables del retiro de escombros y limpieza de las calles.
Son muchas toneladas de basura las que recoge diariamente la empresa de aseo y sin dejar totalmente limpia la ciudad, por supuesto que quedan muchos focos de basura en algunos sitios de la ciudad, donde los vecinos no cooperan para facilitar el aseo de sus zonas, mientras el raudo paso de los basureros en muchos casos obliga a los vecinos a efectuar una persecución al trote para entregar su basura, algo que debería evitarse, dando mayor comodidad a los vecinos disciplinados que esperan al carro basurero.
El problema merece atención especial de las autoridades municipales de modo que puedan trabajar en la búsqueda de soluciones urgentes. Una sería la compra de unidades motorizadas y contenedores, otra quizá licitar el servicio como ya se hizo años atrás con buenos resultados. Mientras tanto llamar a la conciencia ciudadana para evitar la formación de basurales callejeros, diseminados por la acción de canes sueltos, creando una mala imagen, pero además un trabajo adicional a la ya complicada EMAO.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.