Miercoles 06 de junio de 2018
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La internación ilegal de todo tipo de mercaderÃas a los mercados de consumo del paÃs, prácticamente ha tomado mucha fuerza en los últimos años en que se pregonó mucho sobre la "decisión del gobierno de combatir a la ilegalidad" y que todo quedó en simples declaraciones.
Uno de los grandes rubros en que el contrabando ha ocasionado mayores perjuicios está en la internación de vehÃculos usados y nuevos por diferentes puntos de las fronteras, especialmente aquellas que nos conectan con Chile, Perú y Brasil. Los automotores de toda marca han llegado a los extremos más inauditos porque el paÃs se ha visto inundado por vehÃculos que, con el nombre de "chutos", han adquirido una especie de "institucionalidad". Muchas veces se ha dispuesto que este delito sea combatido enérgicamente; pero, conforme pasa el tiempo, más automotores ingresan al paÃs tan sólo con el pago de "derechos aduaneros".
La frase "es la última vez" que está en boca de las autoridades se repite y nunca se cumple porque ingresan al paÃs automotores de diversas marcas que se convierten en la fortaleza de la economÃa ilegal que ocupa a mucha gente como medio de solucionar la carencia de empleo y como sistema para combatir a la pobreza; parecerÃa que hay cierta permisividad para que el contrabando crezca imparablemente y, por supuesto, los contrabandistas adquieren inmunidad para actuar con impunidad porque saben que tan sólo con el pago de derechos aduaneros, evitan al público lo engorroso que resulta hacerlo mediante importaciones del comercio legal y pueden adquirir un vehÃculo muchas veces más barato.
