La misión de un maestro comprometido, es un verdadero apostolado de servicio, de entrega y del cumplimiento de objetivos impregnados de nobleza, sapiencia, voluntad, comprensión y capacidad para transmitir con ejemplo tales valores a sus alumnos, niñas y niños, jóvenes, hombres y mujeres que diariamente recogen las enseñanzas de sus maestros en las aulas del saber. Es también un apostolado de fe, sabiendo que fue Jesús a quien se llamó Maestro y se entendió su misión evangelizadora de la humanidad.
El Día del Maestro se establece por Decreto Supremo el año 1924, en el gobierno de Bautista Saavedra, como un homenaje al promotor cultural que elige la delicada misión de impartir nuevos conocimientos a las generaciones de niños y jóvenes, hombres y mujeres en edad de aprender y allí donde esté ubicada su residencia. El maestro asume la responsabilidad de capacitarse plenamente para trasmitir luego su experiencia a miles de alumnos, ansiosos de entrar en la vida de los conocimientos. Una tarea delicada, sacrificada y de alta responsabilidad, la que desarrollan profesores y profesoras, en el cumplimiento de su misión servicial.
La fecha de homenaje generalizada como el Día del Maestro, tiene relación con dos hechos importantes en el país, por un lado la creación de la primera Escuela Normal de Maestros en el año 1909, en la ciudad de Sucre, sucedió durante la presidencia de Ismael Montes y el segundo hecho con la fecha de nacimiento del destacado maestro Modesto Omiste, un pionero de la educación en el país, considerado como el "Padre de la Educación Boliviana".
Estos hechos marcan el justificativo para determinar el 6 de junio como el Día del Maestro en Bolivia, fecha especial para rendir homenaje al sacrificado trabajador de la cultura y las ciencias, responsable de la formación de nuevas generaciones de niños y jóvenes que en su paso por los centros educativos, desde el ciclo inicial, la primaria y la secundaria, completan una fase importante y determinante de su preparación, abriendo en el tiempo actual y con técnicas modernas la inclinación propicia para que el estudiante elija y siga una carrera profesional que sea respuesta a sus iniciativas y al interés de servir mejor a su patria. Los maestros, son entonces responsables de crear y formar la conciencia de los nuevos profesionales al servicio del desarrollo nacional.
Hay que retrotraer la importancia de la docencia desde que la misma empieza en la escuela, que es el templo del saber y como en todo templo tiene que mantenerse respeto por los apóstoles de la enseñanza. Los alumnos tienen que hacer conciencia de esto y aplicar el respeto diario a sus maestros y los maestros tienen que merecer ese respeto.
Un maestro debe ser noble con él mismo, enseñar, exigir, perdonar, corregir y así, la patria será una Bolivia prodigiosamente grande gracias al trabajo conciencial del maestro. La mejor enseñanza es el ejemplo, la mejor educación es la ética y la mejor instrucción es la decencia.
Los maestros en general, hombres y mujeres son portadores de la enorme responsabilidad de transmitir a sus alumnos sabiduría para que aprendiendo esos valores se conviertan en ciudadanos útiles en su hogar, en la sociedad y en la patria. Un afectuoso saludo a los maestros en su día, asegurándoles que sus valiosas enseñanzas no se olvidan ni en el tiempo, ni el espacio.
Fuente: LA PATRIA
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