Resulta extraño el tÃtulo de este artÃculo, por eso mismo está entrecomillado, es el tÃtulo de un libro que enseña el «arte» de besar mejor, tiene la firma del nuevo arzobispo de La Plata, Argentina, VÃctor Manuel Fernández.
«Te aclaro que este libro no está escrito tanto desde mi propia experiencia, sino desde la vida de la gente que besa. Y en estas páginas quiero sintetizar el sentimiento popular, lo que siente la gente cuando piensa en un beso, lo que experimentan los mortales cuando besan. Para eso charlé largamente con muchas personas que tienen abundante experiencia en el tema, y también con muchos jóvenes que aprenden a besar a su manera. Además consulté muchos libros, y quise mostrar cómo hablan los poetas sobre el beso. AsÃ, tratando de sintetizar la inmensa riqueza de la vida, salieron estas páginas a favor del beso. Espero que te ayuden a besar mejor, que te motiven a liberar lo mejor de tu ser en un beso» dice Monseñor Fernández, más conocido como «Tucho».
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Y sÃ, es extraño que un clérigo, luego obispo, escriba sobre temas tan mundanos y ajenos a la misión episcopal, que según la doctrina católica al respecto -todavÃa vigente- todos los esfuerzos de un obispo «deben dirigirse hacia la meta de preservar la verdadera fe y un alto nivel moral entre la gente; ellos alcanzan este fin con el buen ejemplo, la predicación, el afán diario por la buena administración de la diócesis y con la oración. El obispo está obligado a tener especial cuidado de la educación de los jóvenes y del adiestramiento del clero; debe ejercer continua vigilancia sobre este».
En efecto, el 2 de junio próximo pasado, Jorge Mario Bergoglio nombró oficialmente como arzobispo de la segunda jurisdicción eclesiástica más importante de la Argentina a su amigo y hombre de confianza «Tucho» como le gusta ser llamado. Previamente, apenas dos meses después de ser elegido Obispo de Roma, lo habÃa hecho obispo con rango arzobispal, sin diócesis alguna. Su colocación en la arquidiócesis de La Plata era un secreto a voces, ya que en abril reciente habÃa dejado el rectorado de la Universidad Católica Argentina, donde fungÃa como rector.
Viene a sustituir el recién nombrado, a Monseñor Héctor Aguer un gran y respetado arzobispo de sólida doctrina, este último junto a Jorge Mario Bergoglio y José Luis Mollaghan, fue obispo auxiliar del cardenal Quarrachino en Buenos Aires; ya como Papa Jorge Mario Bergoglio jubiló por anticipado a Mollaghan y dejó concluir su gestión a Aguer, condicionado, como la de retirar al rector del seminario de La Plata.
Este nombramiento es uno más verificado en el actual pontificado para la Iglesia en la Argentina con la impronta de «obispos del pueblo». En diciembre 2017, Francisco habÃa nombrado obispos a dos curas «villeros». En este perÃodo del Papa Bergoglio, salieron de sus sedes varios prelados argentinos sin haber llegado al lÃmite de edad, lo curioso es, que algunos de éstos ahora ejercen funciones en la Santa Sede, asà lo subraya el conocido vaticanista Sandro Magister.
En diciembre 2017 fue nombrado «asesor de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica», que administra la friolera de 3.200 millones de dólares, Mons. Gustavo Zanchetta. El presidente de ese organismo pontificio, el cardenal Domenico Calcagno, posee denuncias en su contra por malversación de fondos cuando era obispo de Savona como ha sido ampliamente reportado por los medios de prensa italianos y explicado en detalle en el libro «El Papa Dictador».
Gustavo Zanchetta posee antecedentes muy similares a los del cardenal Calcagno. Era sacerdote de la diócesis de Quilmes, una de las más progresistas de Argentina. Allà protagonizó varios escándalos: abuso de poder y desmanejos financieros, mientras era vicario económico de todos los colegios de esa diócesis. Cuando se conoció su nombramiento episcopal, se organizaron campañas promovidas por sacerdotes y fieles de Quilmes, pidiéndole al papa Francisco que no lo promoviera, las que fueron aventadas en los medios y no tuvieron resultado.
Volviendo al nuevo arzobispo de La Plata, existen «impresionantes semejanzas entre los pasajes clave de la exhortación del Papa Francisco y dos textos de hace diez años de su principal consejero», es decir el capÃtulo VIII de la polémica Exhortación Apostólica Amoris Laetitia. «¿Un doble sÃnodo para una solución que ya estaba escrita?».
El hoy ex Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal Gerhard Müller, en una entrevista de «Herder Korrespondenz» ha calificado nada menos que de «herético» a alguien que pasa por ser «uno de los más estrechos consejeros del papa»: «La enseñanza sobre el papado como institución divina no puede ser relativizada por ninguno, porque esto significarÃa querer corregir a Dios mismo. Desde hace algún tiempo se ha presentado en ciertos medios de comunicación a alguien como uno de los consejeros más cercanos al papa, y, según este, es muy posible trasladar la sede del papa a MedellÃn o esparcir los oficios de la Curia Romana en diferentes iglesias locales. Esto es fundamentalmente erróneo y también herético. En esta materia basta leer la constitución dogmática "Lumen gentium" del Concilio Vaticano II para reconocer la absurdidad eclesiológica de este juego mental. La sede del papa es la Iglesia de san Pedro en Roma».
Ya como arzobispo-Rector de la UCA, Fernández publicó una carta dirigida a quienes critican al Obispo de Roma, en la que entre otras cosas dice «No jodamos. Por favor, los que queremos estar con la gente no dejemos de reconocer los valores que encarna este papa Francisco. Hoy estos valores no son tan frecuentes. Dejémonos de joder. Podemos detenernos a encontrar el pelo en la leche y lo vamos a encontrar. Pero en este mundo no existe la pureza absoluta y creo que estamos ante una oportunidad inmensa para volver a poner en el centro a Jesucristo y al pueblo que Dios ama».
Nota Bene: el 22 de mayo próximo pasado, Francisco les ha dicho a los obispos de Italia: "¡No es pecado criticar al Papa!".
(*) Director Nacional Pioneros de Abstinencia Total