Si algo debe prevalecer como signo de unidad y fortaleza es que todos los ciudadanos de esta Patria, somos bolivianos y no podemos sentirnos extraños, en ningún sitio en el que nos encontremos. Bolivianos somos todos, con iguales derechos y deberes, por lo mismo una desacertada apreciación de un Gobernador, no corresponde a la circunstancia que permitió tal declaración y su púbica emisión.
Lo cierto es que no habÃa ningún motivo de interferencia a la libertad de expresión por parte de autoridades de Gobierno, señalando alguna de estas que "era prohibido emitir expresiones polÃticas en campos deportivos", referencia directa a la frase coreada en un escenario deportivo, que por supuesto no gustó a las autoridades, como tampoco cayó bien el hecho de lucir algunas poleras con la leyenda alusiva al 21 F, como se expandió tal situación en las redes sociales.
Como quiera que sucedió, alterando las libertades y derechos ciudadanos, la opinión de mucha gente, por lo observado, seguramente orientales, molestó a las autoridades vallunas y surgió otra acción de intolerancia inadmisible, si se entiende que los eventos públicos son justamente los escenarios propicios para expresar las ideas populares, sean las que fueran, sin que las mismas excedan lÃmites de respeto y tolerancia, como sucede en otros escenarios, donde prevalecen consignas altamente partidistas, pero admitidas por estar próximas a movimientos sociales.
Lo importante es acudir a la práctica de libre expresión con pleno respeto a las normas vigentes en un paÃs que se precia de ser democráticamente participativo y por lo mismo tolerante, no entender la responsabilidad ciudadana en el marco de las leyes, lleva a situaciones extremas que están fuera del contexto de ese dicho que refiere: "Respetos guardan respetos" y el que se usa de manera común cuando se exhorta amigablemente: "Nos respetaremos pues", y de eso se trata de ejercer derechos, pero cumpliendo deberes, de expresarse libremente sin dañar a nadie, pero exponiendo ideas y sentimientos que estando en la conciencia popular no puede prohibirse su reproducción oral, porque tal cosa significarÃa una abierta transgresión a la propia Constitución.
En lo que hay que insistir es que bolivianos somos todos, no importa donde nacimos y donde vivimos, lo que vale es que desde el poder se respete la libertad de expresión para todos los bolivianos y que estos hagan buen uso de sus derechos amparados por la Ley.
Fuente: LA PATRIA
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