La emisión de sonidos y ruidos a través de parlantes ubicados para realizar alguna promoción, en fiestas, discotecas y en la última temporada en vehículos que circulan por la ciudad, pueden provocar muchos problemas de salud si estos no son controlados.

Justamente para evitar este problema, a través del municipio se elaboró el reglamento para el funcionamiento de establecimientos de producción, venta y/o consumo de bebidas alcohólicas, norma en la que también se hace referencia a este problema de contaminación acústica.

En ella se determina que las personas que hagan uso de sistemas o equipos de amplificación musical, actuaciones en vivo o grabadas, deben adecuar el volumen de amplificación a los parámetros permisibles de emisión de ruidos, las mismas que son de 68 decibeles (dB) hasta las 22:00 horas y de 65 dB desde las 22:00 horas en adelante.

Según la normativa, además la difusión de sonidos o ruidos debe estar a más de 200 metros de centros hospitalarios, guarderías, escuelas, asilos y otros lugares de descanso, no debiendo rebasar el parámetro máximo permisible de emisión de sonidos de 55 dB.

Fuente: LA PATRIA

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