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Sábado 02 de junio de 2018

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Revista Tu Espacio

ODONTOLOGÍA

Sarro dental

02 jun 2018

Por: Dr. José A. Canaviri Vigabriel - exclusivo para Tu espacio

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El cálculo dental, también denominado sarro, odontolito y tártaro dental, es la acumulación de sales de calcio y de fósforo sobre la superficie dental. Se trata del resultado de la mineralización de la placa bacteriana, el conjunto de microorganismos, saliva y restos alimenticios que se van depositando sobre las piezas dentales.

El sarro no sólo amenaza la salud de los dientes y encías, sino que también constituye un problema estético. Absorbe las manchas con facilidad. Por lo tanto si se toma café, té, o fuma, es de especial importancia que evite la formación de sarro.

Una vez que el sarro se deposita en los dientes, sólo un odontólogo podrá retirarlo. El proceso para retirar el sarro se denomina tartrectomia o destartaje. Durante este procedimiento, odontólogos utilizan instrumentos especiales con los que retiran el sarro que se encuentra a la vista sobre los dientes y el que se halla debajo de la línea de las encías. Si no se remueve, provoca inflamación y sangrado gingival los cuales representan los primeros signos y síntomas que son detectados por el periodoncista como indicadores de una enfermedad en las encías.

El tártaro o sarro dental se clasifica en:

Sarro supragingival: La placa bacteriana supragingival está por encima de la encía, es visible, y se localiza en la región coronal del margen gingival, presenta un color amarillento y es de consistencia dura.

Sarro subgingival: La placa bacteriana subgingival se localiza por debajo de la encía (margen gingival), es de color marrón, tiene una consistencia firme y esta adherido a la superficie del diente. En el dentista para remover el sarro subgingival realiza el tratamiento periodontal con curetaje, raspado y alisado radicular

El sarro es peligroso porque favorece la proliferación de bacterias que atacan a los dientes y las encías. Si no eliminamos el sarro, tarde o temprano sufriremos gingivitis (inflamación de las encías). Cuando nuestro sistema inmunológico no es capaz de eliminar estas bacterias que atacan al diente y a la encía se produce una periodontitis. La periodontitis afecta gravemente a los tejidos que sostienen nuestros dientes y si no se trata desemboca irremediablemente en la pérdida definitiva de nuestros dientes.

La mejor manera de evitar la formación de sarro es limpiando los dientes correctamente mínimo dos veces al día, emplear el hilo dental a diario y acudir al odontólogo para limpiezas periódicas (una o dos veces por año). A tener en cuenta que el sarro no se acumula de igual forma en una persona que en otra ni a la misma velocidad por lo que, según el caso, su odontólogo le indicará la frecuencia con que debe acudir a la consulta.

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