Helen Mariaca, arquera formada en la universidad

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Tuvo que entrar a la universidad para recién conocer su verdadera vocación en el deporte. Ser arquera de futsal para vivir en dimensiones desconocidas, donde solo los que saben, sienten en la sangre ese aire de realización.

Así es la vida de Helen Marcela Mariaca Luna, una deportista formada bajo los tres palos en la universidad.

Sus ojos se abrieron el 1 de agosto de 1991 en la Alta Tierra de los Urus. Las bases de su formación escolar las terminó en el colegio "Genoveva Jiménez".

Luego pasaría a la Universidad Técnica de Oruro para continuar con sus estudios superiores en la Carrera Ciencias de la Comunicación Social. Actualmente está en el quinto año, a pocos meses de lograr una de sus metas.

Fue en esa casa de estudios superiores, donde viviría el mejor momento de su vida deportiva, quizá no habitual, pero en un puesto que la hace feliz, como es ser arquero.

En esa ocasión estaba en el colegio "José Ignacio de Sanjinez", era parte de la selección.

Sin embargo, ya en la universidad su vida deportiva cambiaría. Una de las motivaciones para inclinarse al balompié, fue ver jugar futsal a su tía, Melvi Luna.

"Le veía a ella y dije por qué no entrar a jugar futsal. No sabía, fuimos a entrenar con mis compañeras y directamente entré al arco. Me gustó porque soy arriesgada y me gusta el peligro. Si me blanqueaban, me aguantaba. Ahora que me lastimé la mano he seguido jugando hasta el final", afirmó.

DEBUT

Su debut en el arco se dio el 2014, fue el mismo año que logró el campeonato con el equipo de su curso en un torneo de la Carrera de Comunicación Social.

En primer año, fueron los compañeros de su curso quienes inculcaron en Helen, los dotes de un buen arquero. Los entrenamientos siempre terminaban en un partido varones vs. mujeres.

A partir de ese momento asimiló el rol que debía cumplir, entrenaba durante todo el primer año de estudio en la universidad.

"Jugar al arco es algo que me gusta. Si de mí fuera seguiría jugando, pero tengo una lesión que por ahora no me deja jugar. Uno de mis dedos de la mano izquierda está lesionado, lo tengo desde que estaba en colegio", dijo.

Uno de sus temores al iniciar su primer partido oficial era que le blanqueen en el rostro, sin embargo, pudo con ello y el temor desapareció para convertirse en felicidad.

El aliento de sus compañeras de equipo fue importante, porque vieron en ella no solo una amiga, sino también una buen arquero. Transmitía confianza en cada partido, Tapaba todos los balones que podía, sin importar el sacrificio que haga.

"Por tapar la pelota a veces caía mal y mis rodillas estaban moretes y al día siguiente no podía caminar, pero no me importaba. Siempre me llamó la atención entrar al arco y la verdad me gusta", afirmó.

Uno de sus deseos es que algún equipo femenino la pueda tomar en cuenta para jugar en otros campeonatos.

Helen juega sin guantes, porque considera que es más fácil agarrar la pelota sin este implemento deportivo.

CAMPE�?N

Uno de los momentos más inolvidables en lo que va de su carrera deportiva fue el primer año que jugó como arquera, cuando jugó contra el quinto año.

"Ese partido fue interesante, porque el que organizó el campeonato, era el ejecutivo de la facultad y como estaban en quinto, la novia de él jugaba en el equipo contrario y sus compañeras jugaban bien. Era la final y nos fuimos a penales, tapé todos los disparos y salimos campeonas", recordó.

Esa experiencia para ella fue inolvidable porque dejaron llorando al equipo contrario.

Helen considera que ser arquero es una de las experiencias más bonitas en el deporte, por ello, es que motivó a las nuevas generaciones de jugadoras que se dediquen a practicar en ese puesto, tomando en cuenta que al principio cuesta perder el miedo a la pelota.

"Te blanquean, duele. Las mujeres somos delicadas, pero un verdecito se va a perder, cuando te gusta el deporte no importa que tu cuerpo esté verde", señaló.

Fuente: LA PATRIA