Domingo 27 de mayo de 2018
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Madre, creación bendita de Dios
Visión bondadosa y mano generosa,
Ama a sus hijos con honda ternura
Ofrenda su ser a la dicha humana.
Trae la felicidad sublime al mundo
Protegiendo en su regazo al retoño
Para forjar con su aliento el destino
A hijos de trabajo laborioso
Fortaleza labrada en mármol y granito,
Delicada flor del jardÃn bien cultivado,
Cofre de pasión y tierno sentimiento
Manantial inagotable de rÃo cristalino.
Dura e infatigable es su labor cotidiana
Al cuidar al hijo, la sociedad y la familia,
En su destino divino continúa dando vida
Sin esperar recompensa alguna.
Tenue es la felicidad en la faz de la Tierra
Intranquila la paz espiritual del que manda
Sin la sabia conducción de la Madre
Mujer sublime que dio la naturaleza.
Por Félix Sangüeza Oros