Lo que debes saber de la ortodoncia

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Nunca es mal momento para recibir un diagnóstico ortodóntico, aunque la decisión de llevar a cabo el tratamiento o no y en qué momento depende de las necesidades dentales de cada persona. Dicho esto, a continuación presentamos una serie de guías que pueden ayudar a conocer más al respecto.

Ortodoncia para niños: La American Academy of Orthodontists (AAO) recomienda que una evaluación inicial sea hecha por un ortodoncista a los 7 años de edad, aún si los dientes de los niños parecen estar alineados correctamente. El identificar problemas potenciales pronto le dará la oportunidad al ortodoncista de desarrollar un plan de monitoreo y, de ser necesario, de darle tratamiento a los dientes para evitar serios problemas.

Ortodoncia para adultos: Los adultos normalmente llevan a cabo un tratamiento dental por razones cosméticas, correctivas o restaurativas. Debido a que en los adultos los huesos de la mandíbula han dejado de crecer, el momento oportuno de cuándo visitar a un ortodoncista dependerá tanto del deseo del paciente como de su necesidad dental.

Exámenes previos a la ortodoncia: Todo tratamiento de ortodoncia empieza con un estudio previo. Es decir de pruebas diagnósticas fotos intraorales y extraorales, radiografías, cefalometrías y modelos, que permiten analizar cada caso y pautar un plan de tratamiento específico ajustado a las necesidades de cada paciente.

Cuidados de la ortodoncia: Si bien los tratamientos de ortodoncia no deterioran los dientes, los aparatos de ortodoncia fija suponen una mayor dificultad para mantener una correcta higiene dental. Por ello, aquellas personas que se estén sometiendo a un tratamiento de ortodoncia deberán prestar una especial atención a las pautas de higiene recomendadas.

El sistema de ortodoncia fijo más conocido son los brackets metálicos. Se trata de aditamentos que van cementados sobre la cara visible o vestibular del diente.

Los brackets de zafiro, es un sistema con brackets transparentes y altamente estéticos. Están realizados en microcristales de zafiro, por lo que son muy resistentes y no se tiñen con el paso del tiempo. Por otra parte los brackets Damon (de autoligado), son brackets que permiten no tener que llevar ligaduras metálicas o elásticos. De esta manera, se reduce la fricción y, por tanto, el tiempo de tratamiento.

Por último, la ortodoncia lingual (Incógnita), está basada en brackets que van cementados en la cara interior del diente (Lingual y palatino del diente). Es el sistema de ortodoncia más estético que existe.