Empresarios a un paso de la crisis

Y se trata de un corto paso, ni siquiera de los que se cuentan como zancos y es que hay una serie de elementos sumamente complejos que ponen al importante sector privado en la alternativa de arriesgar con la esperanza de mejores perspectivas o adoptar previsiones elementales para no caer por dar un paso en falso, que puede tener lamentables consecuencias.

Los directivos de sectores como de exportación, comercio e industria, coinciden al exponer sus puntos de vista, señalando que las últimas medidas oficiales, como el incremento salarial aprobado unilateralmente, y el doble aguinaldo aún sin haber sido establecido el porcentaje del PIB, pero creando expectativas en algunos sectores, se complican más con la dictación de una Ley de Empresas Sociales, que abre el camino para que los trabajadores "descontentos" en cualquier instancia, asuman la potestad del despojo de empresas, sin mayores responsabilidades en el manejo de la propiedad privada y su destino.

Los empresarios aduciendo variados aspectos, aclararon la posición real del sector privado, desmintiendo apreciaciones de las autoridades gobernantes, al señalar que "los empresarios lograron buenas utilidades en los últimos años". Lo evidente es que de manera general las empresas de diversos rubros, disminuyeron las utilidades en la gestión 2017 registrando sólo 38 mil millones de bolivianos, cuando en la gestión 2014 obtuvieron 49 mil millones de Bs. lo que muestra una diferencia altamente sensible, que puede ahondarse el año en curso con las obligaciones establecidas que alterarán los presupuestos de todas las empresas productivas, con mayor impacto en el caso de medianos y pequeños emprendimientos.

Los empresarios aducen una falla conceptual en la calificación que se hace de las empresas y se las pone en una misma bolsa, estimando que todas deben encontrar soluciones al problema que las afecta con obligaciones creadas desde el nivel oficial. Lo evidente es que la gran mayoría de empresas absorben el impacto socio económico, y el resultado, lamentablemente es que la crisis se ahonda y cualquier paso "en falso", puede obligar a la liquidación de empresas, que en la otra visión "alarmista", sería lo que esperan algunos sectores para aplicar la Ley de Empresas Sociales.

El problema es realmente complejo, pues se trata de una disimulada confrontación entre sectores, sólo que uno tiene a su favor instrumentos para su accionar y el otro sólo las buenas intenciones y el coraje de insistir en mantener la vigencia de un sector imprescindible, en el consenso del desarrollo nacional, aunque sin apoyo ni incentivos que le den margen de competir en un círculo más cerrado y asfixiante, que pone en duda las ideas de "trabajar mancomunadamente por el progreso nacional".

Fuente: LA PATRIA