Miercoles 23 de mayo de 2018
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Es preocupante que el gobierno, en doce años, no haya cuidado la salud de la población. Con parte de los dineros recibidos por las exportaciones de gas y minerales que suman muchísimos miles de millones de dólares, podía hacerse obras de gran importancia en el campo de la salud: hospitales, clínicas, centros de atención especializada con los diferentes adelantos que la ciencia y la tecnología han provisto a la atención de salud en todo el mundo; pero, se ha preferido construir edificios y palacios ostentosos e inútiles, campos deportivos que muy poco benefician a niños y jóvenes, construcción de obras vecinales y apertura de algunas carreteras de vinculación interdepartamental; pero, por otra parte, los gastos dispendiosos han sido multiples tanto en viajes, viáticos y gastos extraordinarios de funcionarios que nunca se supo qué hicieron y cómo sirvieron al país con todo ello.
La salud del pueblo es un bien inherente a toda persona y ningun gobierno puede hacer abstracción de sus deberes de atender este rubro bajo ningún pretexto. Hoy, a doce años, los pocos hospitales con que contaba el país se encuentran en franco deterioro y, si queda alguna infraestructura hospitalaria del pasado, carece de las vituallas e implementos necesarios y tampoco cuenta con cantidad y calidad de quirófanos y sitios especializados de atención. No existen equipos modernos para tratar el cáncer o para males renales.
