Martes 22 de mayo de 2018
ver hoy
Muchas personas preguntan qué habrán sido en sus vidas anteriores, o si sus cargas y su destino actuales están determinados por su vida anterior. No deberÃamos querer averiguar qué hemos causado en nuestros tiempos pasados, por ejemplo si en encarnaciones anteriores fuimos ricos o pobres, soberanos o súbditos. Decisivo es lo que pensamos y hacemos ahora. Solo esto es determinante e importante.
Se nos ha puesto en esta vida para superar lo que reconocemos ahora, no para preguntar qué fue ayer o qué será mañana. Nuestro mañana y pasado mañana dependen única y exclusivamente de nuestro hoy. Cómo sentimos, pensamos y obramos hoy, tan solo esto tiene valor. Solo esto influye en nuestra vida actual configurándola.
El nacimiento contiene ya en sà la muerte. Quien tenga presente esto vivirá conscientemente. DeberÃamos entonces reconocer que cada instante no empleado o mal aprovechado es en verdad un tesoro perdido. Igualmente cada pensamiento vano o negativo, cada acto infructuoso y cada palabra inútil es fuerza desperdiciada.
La muerte es solo el paso a otra forma de existencia. No somos más un ser humano, sino alma. Nuestro cuerpo de materia fina se encuentra en otro estado fÃsico sustancial, que no se puede ver con los ojos fÃsicos. Nosotros no podemos imaginarnos la vida del alma en los ámbitos del Más Allá, allà existe una diferencia esencial entre la vida de aquellos que pasan dormidos espiritualmente y la ida de las almas que llevan consigo una consciencia elevada.