¿Por qué algunas víctimas de agresión sexual escogen guardar el silencio?

La agresión sexual, sobre todo en niñas, niños y adolescentes, es más frecuente que en adultos. Diversos estudios en Latinoamérica muestran que de cada tres mujeres, una ha sido víctima de agresión sexual y que de siete varones uno habría sufrido este hecho, todos antes de cumplir los 18 años.

La agresión sexual suele dejar una amplia gama de serios daños psicológicos, cognitivos y conductuales como ser en: La autoestima, frecuentes estados de ansiedad, depresión y estrés postraumático entre otros. A veces las víctimas no suelen recuperarse en tres sesiones psicológicas, en ocasiones el daño suele acompañarlos a lo largo de su vida adulta.

Al ser víctimas de agresiones sexuales de un adulto, los menores experimentan intensos temores de revelar las acciones del agresor, pero si el niño, niña y adolescente, se animara a romper el silencio y revelar su secreto, lo hará con un adulto con quien creó un contexto de confiabilidad y compresión.

Cuando no se tiene un apropiado apoyo, la víctima queda atrapada en la fase del "regateo", tomando la opción de no romper el silencio y guardar el secreto como un medio para no experimentar el horrendo dolor vivido. Al hacer esto continúa negando el impacto emocional que la violación ha traído a su vida.

Otras razones para guardar el secreto es el temor a que no le vayan a creer, a ser castigada o castigado y a perder o alterar a la familia.

Los investigadores en este tipo de casos han demostrado también otros factores existentes para que la víctima calle un hecho de agresión sexual, como ser el fenómeno de disociación (proceso mental complejo donde la persona se separa o desconecta de la experiencia vivida) y la incapacidad neurológica del cerebro a verbalizar la experiencia traumática.

Entonces, para facilitar que la víctima rompa el silencio, en principio se le debe otorgar confianza, escucharla y apoyarla; para que consecuentemente mediante la denuncia del hecho, se le traiga justicia y sanidad, previniendo a su vez que se propague esta experiencia en otros menores más. La persona afectada si no es intervenida con apoyo psicológico suele presentar profundos traumas por el resto de su vida.

"Una de las formas de sobreponerse al abuso es adquirir conocimiento sobre lo sucedido y tomar acciones prontas para traer justicia y sanidad en nuestra vida".