¿Usted sabía? ¡Qué ilusos somos! Bolivia no había terminado de nacer. Pero otras gentes ya reemplazaron la República con un fantasmal mosaico de 36 naciones, cuyas jurisdicciones territoriales nadie conoce. Ayer el "guano maldito", allá en la frontera abandonada, indujo a Chile a invadirnos. En estos tiempos, un "campo gasífero" ha situado a Chuquisaca y Santa Cruz en las esquinas de un cuadrilátero. La delimitación departamental no había estado definida. Menos mal que no en todas parte hay esos "campos".
Nada importante se suele ganar en esas disputas, aunque en cuanto a perder, la salida al Pacífico no fue poca cosa. Según la diputada Ximena Costa, lo de Incahuasi es una "guerra entre pobres"; en términos económicos, es una pigricia. Dijo que una buena tajada de la torta, se llevan las transnacionales y sólo una pequeña parte de ella queda en Bolivia. A la hora de las cuentas quizá no importa tanto las regalías como el impacto político del triunfo o la derrota. De por medio hay ese fuerte elemento inflamable, que lo utilizan para sus fines los demagogos.
El entuerto de marras comienza en 2016, cuando YPFB solicita al Instituto Geográfico Militar (IGM) un informe oficial sobre los límites entre los dos departamentos; lo cual parecía ser un prerrequisito ineludible para que la consultora canadiense efectúe el estudio sobre los reservorios petrolíferos de la zona. Y el IGM da una respuesta categórica: "en ningún momento se realizó la demarcación de esos límites; los datos que figuran en el mapa son sólo referenciales".
Unos meses después, el Ministerio de Autonomías comunica a YPFB que las leyes de 1898 y de 1912 no definen los límites. Sin embargo, la consultora, ignorando esa realidad de los datos, certifica que los reservorios de gas se encuentran en su totalidad en el departamento de Santa Cruz. Luego, YPFB apoyándose en la Ley de Delimitaciones aprueba sobre tablas dicha certificación. Obviamente, desde el Palacio, la cadena de mando único funciona.
También el gobernador quiso aprovechar el pánico para afianzarse en el cargo, y tramita ante el Tribunal Constitucional Plurinacional la sentencia que congela las regalías "mientras no se realice un estudio técnico que defina los límites departamentales". A su vez, el mariscal de la Calancha ensaya un gesto de risueña humorada. Respetaré - dice - la Ley 339 de Delimitación y también el fallo del TCP. "Ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario". En tanto que las representantes de ambos departamentos, igual que varios politólogos y analistas, coinciden en responsabilizar al gobierno, acusándolo de manejar la situación con interés político - electoral.
El siguiente capítulo es más interesante todavía: en menos de que cante un gallo, salió el resultado del segundo estudio, dando con ello por resuelto el problema. Dadas las circunstancias y las amenazas de bloquear si no se descongelan las regalías, la empresa Sproule International Limited, no podía sino ratificar el informe anterior. Era lógico que por ahí reventara la cosa, pues el electorado de Santa Cruz es cinco veces más que el de Chuquisaca. No hay otra conjetura más plausible. El cálculo de los votos decide todo.
(*) Escritor, miembro del PEN Bolivia
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