Informes contenidos en el registro de accidentes de la Asociación Boliviana de Aseguradoras (ABA), da cuenta que en nuestro país se elevó seriamente el nivel de siniestralidad, generado por la cantidad de accidentes de tránsito, que involucra a vehículos de todo tipo, que transgreden las disposiciones legales y ocasionan graves daños en la humanidad de personas, muchas víctimas fatales, un número elevado de heridos y daños materiales que significan fuertes pérdidas para propietarios y conductores de motorizados.
Los alarmantes datos refieren que el año pasado 2017, se registraron siete mil (7.000) accidentes de tránsito, lo que implica una escalada de siniestros del 66.27 por ciento con relación a dos años anteriores cuando el índice fue de 11,18 por ciento. El número de víctimas fatales hasta la gestión pasada llegó a 700 personas y el número de heridos fue de 11.000 afectados y una cantidad superior a 3.000 motorizados dañados, realmente cifras alarmantes que muestran un gravísimo problema que implica muchos factores, entre los que prevalecen aquellos atribuidos a irresponsabilidad humana y luego "fallas mecánicas" o adversidad climatológica y mal estado en vías de circulación, según los observadores.
Una relación en la que contribuyen las autoridades de tránsito, sirve para establecer que un buen número de accidentes y con mayor número de afectados y daños se producen en las carreteras, con choques o vuelcos de motorizados y tomando como causa el incumplimiento de normas, la invasión de carriles, exceso de velocidad, conducción en estado etílico, cansancio de chóferes sin relevo en viajes largos. Falta de señalización adecuada, obviar el uso de cinturón de seguridad, entre los factores que causan la elevada siniestralidad.
Los accidentes que se producen en las ciudades, tienen algunas causas especiales, predominan empero las de irresponsabilidad de conductores, en algunos casos las coincidencias están en el consumo de alcohol, excesiva velocidad y sobre todo la arbitrariedad y falta de respeto al reglamento de tránsito, incluyéndose en mínimo porcentaje el descuido de transeúntes. En todo caso también se añade en las circunstancias lamentables, la falta de control policial oportuno y permanente, en muchos casos se observa la ausencia de la Policía Caminera, mientras que en las ciudades, la presencia de efectivos policiales es muy restringida.
Más cifras revelan que en el país el parque automotor ha sobrepasado 1.8 millones de unidades entre particulares y de servicio público, este último que alcanza a casi el 50 por ciento del total, por supuesto en varias ciudades con mayor circulación que en otras, considerándose las del eje central, las que registran la mayor cantidad de movilidades. Un detalle que se suma a los porcentajes, señala a La Paz como el distrito con mayor número de accidentes.
La situación es preocupante, más aún si la frecuencia con que se producen esos accidentes alarma sobremanera, pues sin mayor exageración es casi cotidiana la información sobre diversos hechos de tránsito, en la ciudad, como fuera de ella, pero en los límites departamentales, por lo que urgen medidas especiales que deben ser planificadas, otras revisadas y algunas aplicadas severamente ante el inusitado crecimiento de accidentes que involucran a todo tipo de motorizados, lo lamentable en la mayoría de casos con víctimas personales, daños en motorizados y hasta en la propiedad privada.
Se trata de un problema que merece atención coordinada de las autoridades de la Gobernación, el Municipio y la Policía, para disminuir la siniestralidad.
Fuente: LA PATRIA
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